Oikos o el ecologismo "de derechas"

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El nuevo "thin tank" aspira a llenar el vacío "por la falta de un discurso verde conservador"

Toni Timoner y Luis Quiroga, impulsores de Oikos, en el Green Park de Londres.

"El cambio climático se ha convertido en otra trinchera más de la polarización política". Lo reconocen al alimón Luis Quiroga (Oviedo 1978) y Toni Timoner (Mallorca, 1980), que tienen la ventaja de contemplar el "agrio debate" en nuestras tierras desde el verde de Londres. "Nos fastidiaba que mucha gente asumiera en España que por ser derechas no podíamos tener una conciencia ecológica, y viceversa", admiten, y por eso decidieron dar un paso al frente con Oikos: el primer "think tank" ambiental conservador en nuestro mapa político.

Les preguntamos de entrada si no es acaso demasiado tarde para "desideologizar" la cuestión del clima. "El esfuerzo será inmenso, pero el objetivo es irrenunciable", responden. "Si seguimos a expensas de los ciclos políticos, sin un mínimo de consenso en políticas climáticas, nunca lograremos avanzar lo suficiente. Y esto es algo que reclama la gran mayoría de votantes de centro-derecha, favorables a la protección del medio ambiente".

Oikos aspira a llenar el vacío por "la falta de un discurso verde conservador" y corregir de paso "el problema de percepción" que a juicio de sus fundadores existe en la opinión pública española. Según una reciente encuesta de 40DB, encargada por el "think tank", la mayoría de los votantes de  izquierda están alineados con la política "verde" de sus partidos, mientras que tan solo el 40% de los votantes del PP creen que su propio partido es el "mejor capacitado" para defender el medio ambiente.

"Esta es una situación muy anómala: resulta que hay mucha gente con concierncia medioambiental y sensibilidades liberales conservadores que se siente huérfana, y otra gente que está también a la espera de que lo defiendan "los míos" para dar el paso adelante", apunta Luis Quiroga. "La gran mayoría de los españoles están preocupados por el cambio climático; el negacionismo hace ruido, pero es muy marginal".

"El tópico de que para ser ecologista hay que ser de izquierdas tiene que quedar atrás", recalca por su parte Toni Timoner. "La defensa del medio ambiente no debería ser patrimonio de la izquierda ni de la derecha. Nuestra intención es que exista un diálogo ponderado. Y revindicar también un pesamiento verde propio y genuino, alejado de los radicalismos y distinto a la voz hegemónica que se ha impuesto en cuestiones ambientales".

Los fundadores de Oikos trabajan por cierto en "lo verde" (Luis Quiroga en un fondo de inversiones sostenibles, Toni Timoner en riesgos climáticos de una institución financiera). Trabajo y militancia van en su caso de la mano: los dos son miembros de la agrupación local del PP en el Reino Unido. Oikos recalca sin embargo su condición de "entidad independiente" y "punto de encuentro" para toda la gente en el espectro del centro-derecha, que crea en "una transición energética ordenada" y en "el pragmatismo y el realismo" para alcanzar la meta de emisiones cero. En su manifiesto hacen también una doble llamada a "la responsabilidad individual y la solidaridad intergeneracional".

El tercer mosquetero de Oikos, Alberto Giral (Barcelona 1995), aporta precisamente la sangre joven y digital al proyecto recién nacido, gestado a la sombra del Conservative Environment Network (CEN). "En el Reino Unido hay una larga tradición "conservacionista" que ha cuajado en esa red que cuenta ya con el apoyo de más de un centenar de diputados", recuerdan Toni Timoner y Luis Quiroga.

El manifiesto del CEN sirvió de hecho como guía para la "agenda verde" de Boris Johnson, que sin embargo se enfrenta ahora a una renovada guerra del clima tras la creación del Net Zero Scrutiny Group (NZSG) en el ala derecha del partido. Los fundadores de Oikos creen sin embargo que se trata una maniobra marginal y oportunista, aprovechando el momento de debilidad política de Boris Johnson y el malestar social por la crisis energética.

Luis Quiroga y Toni Timoner conocen desde dentro el mundo de las finanzas y pueden constatar que estamos asisistiendo a "un cambio secular" dentro de la economía: "Las empresas y los inversores han empezado a entender los riesgos del cambio climático, se están subiendo al carro de la transición ecológica y quieren estar del lado de los beneficios y no de lo perjucios".

Oikos apela de hecho a la raíz griega y compartida de Ecología y Economía, consagradas al "estudio" y a la "gestión" del "hogar" (o sea, el planeta). En el nombre elegido hay también un guiño implícito a la "oikofilia", el término acuñado por Roger Scruton, autor de "Filosofía Verde", la Biblia del conservacionismo de derechas en el Reino Unido.

"Lo lógico es que los conservadores seamos conservacionistas, por semántica, por tradición y por principios fiolosóficos", concluyen los fundadores del "think tank", que reivindican por último el "apego por la naturaleza" y  la "cercanía emocional" al medio... "En el Reino Unido tenemos a David Attenborough,  y en España tuvimos a Félix Rodríguez de la Fuente o a Miguel Delibes. Ojalá que alguien logre recoger el testigo y calar con un mensaje capaz de derribar las barreras ideológicas".

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