Los omega-3 pueden mejorar la memoria de los estudiantes

31.10.2012
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Un suplemento de dos gramos diarios mejora los resultados en los test. 

El aceite de lino es la principal fuente vegetal. 

Semillas de lino

Los ácidos grasos omega-3 son seguramente los nutrientes más eficaces para potenciar las facultades intelectuales. No es extraño, pues la membrana de las neuronas está compuesta básicamente de este tipo de grasa. Según un estudio de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), realizado con estudiantes sanos de 18 a 25 años, pueden mejorar su capacidad para memorizar tomando un suplemento diario de 4 g de omega-3. Los efectos se aprecian a partir de los seis meses. 

Antes de comenzar el plan de suplementación, se realizaron análisis de sangre y tests de memoria a los estudiantes. Según la profesora Bita Moghaddam, aquellos que presentaban más omega-3, procedente de los alimentos, en el plasma sanguíneo obtuvieron mejores resultados. Los estudiantes recibieron un suplemento diario de 750 mg de ácido docosaheaxanoico y 930 mg de ácido ecicosapentaenoico. Al repetirse los test de memoria a los seis meses se comprobó que los resultados mejoraron significativamente. 

Los investigadores también realizaron escáneres cerebrales para descubrir posibles cambios en la producción de determinadas proteínas como consecuencia de la suplementación y que pudieran explicar los efectos sobre la memoria. No se hallaron modificaciones importantes, por lo que todavía se desconoce cuáles son los procesos bioquímicos relacionados con las mejorías observadas. 

Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en los pescados grasos como el salmón, el atún o la sardina. Se recomiendan los pescados pequeños como la sardina, pues la grasa de los grandes —como el atún— puede estar contaminada con metales pesados. Además el atún en una especie amenazada. Si se elige un suplemento de aceite de pescado, la información del producto debe especificar que se ha sometido a un proceso de refinado o depuración. 

Existen fuentes vegetales de ácidos grasos omega-3. La más accesible es el aceite de lino. Otros alimentos ricos son el aceite de cáñamo, las semillas de chía y de sacha inchi. En menor proporción se hallan en las nueces, en otros frutos secos.