Prueba la cura desintoxicante de otoño a base de fumaria

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La fumaria es un remedio excelente contra problemas de vesícula, nauseas, mareos y cefalea. Además es ligeramente diurética y estimula la función intestinal. También se emplea en enfermedades hepáticas, gota, alteraciones crónicas de piel, para tranquilizar y para limpiar la sangre.

La fumaria sobre los campos de otoño parece una niebla compuesta de hojas delicadas y plateadas. Sus hermosas flores, que van del color rosa al rojo oscuro, se empleaban antiguamente como oráculo. Las chicas jóvenes las prendían en sus vestidos y se decía que el primer hombre que se cruzara con ellas se convertiría en su esposo...

La medicina natural aprecia las hojas y las flores de la fumaria (Fumaria officinalis) sus propiedade desintoxicantes, debidas a su contenido en alcaloides (fumarina), sustancias amargantes, resinas y flavonoides.

Cura de otoño

Para hacer una cura de otoño que elimine líquidos, desintoxique y mejore el aspecto de la piel se puede usar simplemente la fumaria o combinarla con otras plantas para potenciar acciones.

La mezcla se realiza escogiendo a partes iguales fumaria, hojas de abedul, ortiga, cola de caballo, diente de león, corteza de espino cerval y melissa.

Se mezclan bien las plantas y se toman 2 cucharaditas que se llevan a ebullición con 250 ml de agua. Apaga el fuego y deja que repose 10 minutos.

Es recomendable beber 2 tazas de esta infusión al día durante varias semanas.

Si se quiere hacer la cura sólo con fumaria, se utiliza la misma dosis (dos cucharaditas de hojas y flores secas por taza). Se pueden beber, según las necesidades individuales, hasta 3 tazas diarias.

Debe evitarse la sobredosificación, pues los alcaloides resultan cardiotóxicos en dosis elevadas.