Haz tu cosmética y remedios naturales con plantas frescas

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Las plantas aromáticas como la menta, el tomillo y otras no sólo tienen buen sabor y propiedades salutíferas, sino que además son beneficiosas para la piel y el cabello, sobre todo si se utilizan frescas. A continuación proponemos unas cuantas recetas para que las hagas en casa.

Una de las responsables de la empresa de cosmética bio Matarrania, recogiendo plantas frescas.

Aceite de hipérico: Para masajear articulaciones doloridas y cuidar la piel tras una exposición al sol

Al recolectar hipérico hay que tener en cuenta que lo primero que es necesario coger son los capullos, ya que éstos contienen el pigmento rojo curativo en grandes dosis.
 Machacar de manera suave los capullos y las flores. Lo mejor es usar un rodillo de madera y no apretar demasiado. 
 Colocar los flores y los capullos en un frasco de cristal y cubrirlos con aceite de oliva.
 Cubrir el frasco con un paño (no cerrarlo con tapa).
 Colocarlo al sol el tiempo necesario para que el aceite adquiera una tonalidad rojo oscura.
 Por la noche hay que entrar el frasco para que no coja humedad.
 Tras aproximadamente dos a tres semanas, hay que colarlo y guardarlo en un frasco cerrado y en un lugar fresco y oscuro.

Ten en cuenta: Si el hipérico empleado es fresco, este aceite bien almacenado se mantiene al menos un año sin enranciarse (¡esto se aprecia en el olor!). El aceite se puede emplear con frecuencia, también durante el día, cundo la piel se nota seca, tirante o tras una exposición al sol se quiere recuperar rápidamente. Pero mucho cuidado: no es apropiado como protector solar, ya que hace que la piel sea más sensible a la luz y pueden aparecer manchas. De ahí la importancia de usarlo solo tras la exposición solar.

Crema de consuelda: para tratar heridas y para calmar la piel

 Se coge 500 g de raíz de consuelda fresca, limpia y se tritura, se mete en un frasco con aceite de sésamo y se deja al sol.
 Hay que agitar la mezcla dos veces diarias.
 Tras aproximadamente tres semanas se exprime y se cuela la mezcla.
 Con una cucharadita de raíz y 125 ml de agua destilada se hace una infusión y se deja reposar 30 minutos. Volver a colar.
 Se mezclan 15 g de cera de abejas, una cucharadita de miel y 45 g de lanolina purificada y se deja fundir al baño maría. Una vez disuelto, se le añaden los 125 ml de aceite de consuelda.
 Una vez que la mezcla al baño maría alcanza los 70 grados, añade la infusión con agua destilada gota a gota y mezcla bien.
 Se deja enfriar y finalmente se le añaden 5 gotas de aceite esencial de camomilla o de rosa. 

Ten en cuenta. Si la crema se guarda en la nevera se mantendrá durante aproximadamente medio año, en el armario del baño la duración se reduce a dos o tres meses. Es adecuada para heridas deportivas o para hacer envolturas que ayudan a recuperarse de molestias en las piernas. Se puede utilizar como tratamiento específico, pero no es adecuada para el uso diario. 

La raíz se cosecha cuando la planta está seca, en otoño o en primavera, antes de echar brotes nuevos, porque entonces es cuando contiene mayor cantidad de alantoína. Las hojas y tallos frescos se cosechan desde la primavera al otoño, se pueden conservar durante varios días en la nevera si se les rocía unas gotas de agua y se meten en una bolsa cerrada.

Loción de reina de los prados para el rostro

 Se recoge un puñado de reina de los prados y se cubre con un cuarto de litro de agua hirviendo, se deja enfriar. 
 Se filtra y se mezcla con una cucharadita de hamamelis.

Ten en cuenta: La loción de reina de los prados es apropiada para el uso diario por un período de tiempo no superior a las seis semanas. Transcurrido ese tiempo se debería cambiar a otra loción. El motivo es que en uso continuado el cuerpo se acostumbra a sus principios activos y puede reaccionar con pereza. En la nevera la loción se mantiene entre cuatro y cinco semanas.

Se cosecha en verano.

Baño relajante de violetas

 Se toman de 50 a 100 g de violetas con flores, tallos y hojas y se ponen en una jarra, se le añade un litro de agua hirviendo y se deja infusionar durante 30 minutos.
 Se cuela la mezcla y se añade al agua de la bañera.
 Como alternativa se puede usar un saquito con flores de violeta secas y colgarlo bajo el grifo abierto mientras cae en la bañera.

Ten en cuenta: Las violetas se mantienen bien en la nevera durante tres a cuatro días antes de usarlas. Son apropiadas para el uso diario.

Tintura de lavanda en caso de caída de cabello

 Se coge un puñado de flores de lavanda y se colocan en un recipiente al que se añadirá un cuarto de litro de orujo y se deja en un sitio cálido durante diez días.
 Se filtra.

Ten en cuenta: En el armariete de la medicinas la tintura se mantiene durante dos a tres años sin perder cualidades. En caso de caída de cabello se deben tomar diariamente 20 gotas con una pipeta y dejarlas precipitar sobre el cuero cabelludo que a continuación hay que masajear. Si esto resulta complejo, se puede diluir con agua destilada en una proporción de 1:10, meterlo en un bote spray y pulverizarlo sobre el cabello y el cuero cabelludo. La tintura diluida hay que guardarla en la nevera.

Se cosecha desde julio hasta septiembre.  

Precauciones a la hora de recoger plantas aromáticas y medicinales

Las hierbas silvestres crecen en muchos lugares y hay que tener precaución al cogerlas de según qué sitios. Se deben tomar sólo aquellas que estén frescas, limpias y que no muestren zonas secas o pochas y que crezcan en lugares apartados de bordes de caminos o carreteras. No se debe recoger plantas de zonas muy pobladas, donde haya ganado o pasen muchos coches, tampoco de zonas con campos muy abonados alrededor. Es preferible recogerlas con tiempo seco. Es importante recoger sólo las plantas que realmente se conozcan. Un libro con fotos o una aplicación específica para el móvil pueden ser de ayuda. Sólo se tiene que coger las necesarias: no hay que esquilmar la naturaleza. Para recogerlas en condiciones hay que tener un cesto aireado (nada de bolsas de plástico), una tijera de podar, un cuchillo y una pequeña pala (para sacar raíces). Una vez recogidas, se deben dejar secar en un lugar sombreado y aireado. Se conservan en tarros de porcelana hasta tres meses.