Los trastornos de la piel más frecuentes y su tratamiento natural
Pese a todas las precauciones y cuidados se puede acabar sufriendo algún trastorno dermatológico. En la gran mayoría de los casos los medios naturales y caseros se bastan para recuperar el equilibrio.
ECZEMA. Es importante mantener la piel bien hidratada. Se pueden aplicar ungüentos, cremas o lociones hidratantes naturales, libres de alcohol y aromas dos o tres veces al día sobre la zona afectada. En general, los baños cortos y más frescos son mejores que los baños prolongados y calientes. Después de bañarse es importante aplicarse aceites o cremas hidratantes para retener la humedad. Si el eczema es húmedo pueden ser útiles las compresas de plantas astringentes como la corteza de roble (se prepara una decocción de dos cucharadas soperas en medio litro de agua durante 15 minutos).
ACNÉ. Afecta a tres de cada cuatro personas entre los 12 y los 24 años. Se debe a que la grasa producida por las glándulas sebáceas queda atrapada y se relaciona con los cambios hormonales, pero también lo favorece una dieta demasiado abundante en alimentos elaborados con harinas refinadas, dulces o grasas vegetales hidrogenadas. Hay que reducir la presencia de estos productos y aumentar la ingesta de fibra (frutas, verduras, cereales integrales y legumbres). Por vía externa es importante lavarse frecuente y suavemente, utilizando exclusivamente jabones naturales (cada vez puede añadirse al jabón líquido un par de gotas de aceite de ábrol de té). Además son recomendables la sauna y los baños de vapor a los que se pueden añadir aceites esenciales de lavanda o clavo.
PIE DE ATLETA. Es una infección por hongos –Tinea pedis– y se denomina así porque los atletas la contraían frecuentemente en las duchas. Se caracteriz por la presencia de unas vesículas entre los deod sde los pies o de las manos que producen un picor tremendo y que finalmente se abren. Para prevenirlo hay que utilizar chanclas en las piscinas y duchas, así como calcetines de algodón en lugar de sintéticos. El objetivo es que el pie esté siempre lo más seco posible. En cuanto al tratamiento natural, se puede aplicar aceite de caléndula al que se pueden añadir aceites esenciales con actividad antibiótica (árbol de té y tomillo, por ejemplo).
PICORES. En la mayoría de casos no indican problema alguno, aunque en ocasiones constituyen uno de los síntomas de ciertas enfermedades, y no sólo de la piel. Pueden, por ejemplo, manifestar algún trastorno hepático o renal. En general conviene aplicar agua fresca y lociones hidratantes como el agua de azahar, elaborada con flores de naranjo amargo. Un remedio excelente es el baño con avena coloidal (en las farmacias se venden sobres con este fin). También lo es la aplicación de cremas con capsaicina, el principio activo picante de los pimientos. Y por supuesto es fundamental no rascarse, puesto que aumenta las molestias y se corre el riesgo de caer en un peligroso círculo vicioso.
PSORIASIS. Consiste en un enrojecimiento de la piel, que se cae en pequeñas escamas de color plateado, y que afecta especialmente a rodillas, codos, cuero cabelludo y pliegues corporales. Es una enfermedad autoinmune, más molesta que grave, porque las zonas afectadas pican y duelen. Aparece a menudo como consecuencia de estados de nerviosismo o conflictos emocionales. Se aconseja aumentar la ingesta de frutas y verduras, así como de alimentos ricos en vitamina E, como el aceite de oliva virgen extra y el aguacate, y en ácidos grasos esenciales, como el aceite de lino o de cáñamo. También son útiles las aplicaciones de aceite de hipérico y los baños en agua de mar o en aguas mineromedicinales sulfuradas.
VERRUGAS. Aparecen como consecuencia de la acción del virus del papiloma humano. Suelen irse tan espontáneamente como han llegado, sin tratamiento, pero los alcaloides presentes en el látex generado por algunas plantas, como la euforbia y la celidonia, así como la leche de los higos frescos se han demostrado eficaces. La planta más potente contra las verrugas es el podófilo (Podophyllum peltatum), de la que se extrae podofilino, una sustancia irritante que inhibe la multiplicación celular. Algunas personas consiguen eliminarlas mediante la visualización: simplemente hay que cerrar los ojos, relajarse e imaginar que las verrugas se encogen hasta desaparecer. En pocas ocasiones existe la oportunidad de probar tan claramente el estrecho vínculo entre la mente y la piel.
HERPES SIMPLE. Está causado por un virus que afecta a nueve de cada diez personas y que se manifiesta coincidiendo con estrés emocional, cansancio, resfriados o exposición excesiva al sol. Se recomienda realizar aplicaciones sucesivas de aceites esenciales de geranio, lavanda y árbol de té, diluyendo en cada caso una gota en el aceite base de almendras dulces. Las bolsas de hielo y las compresas frías ayudan a soportar el dolor y el picor.