La patata como remedio curativo

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Parece increíble que un simple tubérculo pueda contener en su interior toda una farmacia: en la patata se encuentran más de 30 valiosas sustancias. Distintos minerales, vitaminas y oligoelementos que no sólo la convierten en una alimento muy sano, sino, además, en un valioso agente curativo. 

Michael Weidkuhn

En la patata se encuentran:

• Minerales como potasio, hierro, calcio, magnesio, sodio, fósforo y azufre.

• Oligoelementos como cobre, manganeso, boro y zinc

• Vitaminas A, B1, B2, B6, vitamina C, ácido fólico, biotina y vitamina K.

• Pequeñas cantidades de sustancias tranquilizantes como del dizepam o el triptófano.

• Hidratos de carbono, almidón, proteínas, grasas, solanina, fibra y agua.

Es bueno saber que en la piel de la patata es donde se encuentran importantes componentes nutricionales, de ahí que siempre que sea posible debería consumirse la patata con su piel.

Aplicaciones terapéuticas externas:

• Compresa de patata

Una compresa de patata es muy apropiada para una gran variedad de alteraciones que precisan de calor húmedo y que requieren de la eliminación de toxinas.

Esta aplicación resulta relajante, ayuda a eliminar el dolor, es diurética y favorece la sudoración en resfriados. Ayuda mucho en dolores de espalda, lumbago, ciática, contracturas de nuca y hombros y en los dolores de cabeza que pueden generarse por las contracturas. Otras indicaciones son la artrosis, el acné, el dolor de barriga, reuma, las enfermedades hepáticas, y los problemas de vejiga y renales.

Para hacer la compresa o envoltura de patata se pelan y cuecen de 4 a 6 patatas medianas de una variedad harinosa.

Se envuelven con papel de cocina y se aplastan. Luego se vuelven a envolver con un paño de algodón.

Hay que colocar esta compresa sobre la zona afectada cuando la temperatura sea agradable (hay que tener precaución de no quemarse).

La compresa se retira cuando se haya enfriado por completo. Se puede conservar algo más el calor tapando la compresa con una toalla seca o recalentando la compresa sobre una botella de agua caliente.

• Baño de patata

En caso de picor de piel agudo se puede conseguir un enorme alivio. Para ello se toman 500 g de almidón de patata y se disuelven en 2 litros de agua fría. Esta mezcla se va echando en el agua del baño mientras se llena. toma el baño durante 15 minutos.

• Talco de patata

Un culete irritado de bebé se puede tratar perfectamente con talco de patata. Para hacerlo se cuecen patatas harinosas y se presionan a través de un tamiz, poniendo un paño limpio debajo en el cual se dejará secar.

Una vez seca se puede triturar con un mortero hasta convertirlo en talco, éste se aplicará tal cual sobre el culete limpio y seco del bebé.

• Mascarilla facial de patata

Para obtener un efecto tensor se corta una patata por la mitad y se pasa por toda la cara previamente lavada y seca. Se deja actuar 30 minutos y luego se elimina con agua tibia.

 

Aplicaciones internas:

• Caldo de pelas de patata

Un caldo hecho con las pelas de la patata puede traer gran alivio a enfermos de gota, catarro, resfriado o acidificación gracias a su alto contenido en potasio. Para hacer el caldo se toman las peladuras de 6 patatas medianas bien lavadas y se dejan cocer más o menos 30 minutos. Es recomendable tomarse de medio a un litro de caldo sin salar, repartido a lo largo del día.

• Zumo de patata

El zumo de patata tiene muchas sustancias con efecto básico, de ahí que sea muy adecuado en caso de artritis, gastritis, gota y reuma. También en caso de acidez estomacal y reflujo. Para hacerlo se debe licuar una patata mediana y mezclar el zumo con algo de agua caliente. La mezcla se debe tomar de mañana en ayunas y durante una franja de tiempo de entre 3 y 6 semanas.