Los tóxicos hormonales causan un gasto de casi 3.000 millones de euros a la sanidad pública
Si se redujera la presencia de agentes químicos que alteran el sistema hormonal en los alimentos, la cosmética, los plásticos y los productos electrónicos disminuiría la incidencia de enfermedades –problemas reproductivos, cánceres de mama, próstata y testículos, obesidad, diabetes…– cuyo tratamiento cuesta a la sanidad española unos 2.900 millones de euros al año. La cifra se encuentra en un informe de la Alianza por la Salud y el Entorno (HEAL, por sus siglas en inglés).
Bisfenol A y ftalatos
El bisfenol A es uno de estos compuestos, pero el Gobierno no ha accedido a debatir su limitación o prohibición en algunos usos, como la fabricación de envases alimentarios, tal como ha propuesto el grupo parlamentario de Izquierda Unida. Otros disruptores endocrinos son los ftalatos, que se encuentran en cantidades preocupantes en la carne y en productos lácteos enteros de consumo habitual.
Un equipo de investigadores de las universidades de Brown, Nueva York Langone y Washington (Estados Unidos) ha hallado que las personas –sobre todo bebés, niños, adolescentes y mujeres en edad fértil– que siguen una dieta rica en estos alimentos se exponen a la ingesta de una cantidad de ftalatos que puede llegar a doblar las dosis que se consideran seguras. Un alimentación basada en vegetales, con presencia de productos ecológicos, reduce el riesgo.