El masaje favorece la autocuración
El masaje favorece la actividad energética y autorreparadora de las células.
Un masaje vigoroso no sólo hace sentirse bien, sino que alivia el dolor y favorece la recuperación de las pequeñas lesiones musculares. Los médicos deportivos sabían que el masaje reducía la inflamación, mejoraba la circulación y deshacía las contracturas. Pero no conocían muy bien cómo se producían todos estos efectos positivos.
Para descubrirlo, Mark Tarnopolsky, de la Universidad McMaster (Canadá), ha llevado a cabo un estudio un tanto agresivo, pero eficaz. Consiguió que once deportistas realizaran ejercicio hasta quedar exhaustos y se sometieran a biopsias para obtener tejidos de sus piernas. Las primeras biopsias se hicieron antes de hacer ejercicio y las segundas después, unas sobre una pierna tras recibir un masaje intenso de diez minutos y las otras, sobre la otra pierna que había permanecido en reposo. Dos horas y media después se repitieron las biopsias en ambas piernas.
Tras el ejercicio aparecieron gotas de líquido en torno a las fibras musculares como consecuencia de una ligera reacción inflamatoria, asociada a una respuesta inmunitaria de reparación de las células dañadas. Después del masaje, se comprobó que la presencia de citoquinas inflamatorias era menor, pero la actividad energética y autorreparadora de las células era mayor. En consecuencia, el masaje favorece la recuperación y previene las lesiones.