Los aceites esenciales son unas sustancias formadas por un gran número de moléculas que pertenecen a diversas familias bioquímicas. Gracias a esta gran riqueza y complejidad bioquímica, cuentan con un elevado potencial terapéutico en numerosos ámbitos y ayudan a combatir diferentes tipos de afecciones (dolor, inflamación, trastornos digestivos, circulatorios, anímicos...). Sin duda, es en el campo de la infectología donde estas sustancias aromáticas tienen un papel de vital importancia, debido a su potente actividad a dosis bajas, su amplio espectro de acción, su seguridad terapéutica, la buena tolerancia que presentan, sin efectos secundarios a las dosis recomendadas y sin resistencias descritas hasta el momento. Eso sí, a la hora de emplear los aceites esenciales como antibióticos naturales, es muy importante que tengamos en cuenta unos criterios de calidad de obligado control.
Aceites esenciales quimiotipados Con las siglas AEQT nos referimos a los aceites 100% íntegros, naturales, puros y quimiotipados. Entre los aceites AEQT antiinfecciosos, uno de los más destacados es el Orégano de inflorescencias compactas (Origanum compactum). Se trata de un aceite con amplio espectro de acción, ya que es activo frente a bacterias, virus, parásitos y hongos. Este aceite es muy rico en fenoles (carvacrol, timol), compuestos orgánicos aromáticos responsables de su potente acción antimicrobiana. El Orégano de inflorescencias compactas (Origanum compactum) está especialmente indicado en infecciones del espectro otorrinolaringológico (anginas, otitis, gripes...) y de las vías respiratorias (bronquitis). Para las personas que prefieran una posología más exacta y cómoda, Pranarôm lo ofrece en cápsulas de gelatina blanda (Oléocaps 1). En general, se recomienda tomar 2 cápsulas, 3 veces al día (coincidiendo con las comidas), durante 5 días.
Si buscamos una actividad más específica para combatir afecciones más concretas, por ejemplo en el caso de las infecciones a nivel de vías urinarias, debemos considerar el AEQT de Canela de Ceilán (Cinnamomum zeylanicum corteza). Se trata de un aceite esencial muy rico en aldeido cinámico y con una gran amplitud de acción. En caso que busquemos una mayor eficacia, podemos combinar aceites con diferentes familias bioquímicas. Así una sinergia de Orégano compacto, Orégano de Grecia y Canela de Ceilán, puede resultar altamente efectiva. Además, para aliviar los síntomas asociados a una cistitis, contamos con AEQT antiinflamatorios y antiespasmódicos que calmarán el dolor desde las primeras tomas, como los que se encuentran concentrados en las Oléocaps nº 2. En caso de infecciones de repetición o determinados tratamientos (quimio y radioterapia, SIDA, hepatitis) sería muy conveniente reforzar nuestras defensas con aceites esenciales inmunomoestimulantes (aumentan las IgA y las IgM) como la Ravintsara (Cinnamomum camphora qt cineol), el Árbol del té (Melaleuca alternifolia) o el Eucalipto radiata (Eucalyptus radiata ssp radiata), que además son tonificantes del sistema nervioso central y potentes antivirales. Estos aceites protegen frente a la recaída en nuevas infecciones y ayudan a superar situaciones de astenia física o mental. En este caso, también podemos recurrir a las Oléocaps nº4.
 
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