Depurar el cuerpo en primavera

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La primavera es el momento ideal para seguir un programa depurativo y regenerador, con medidas nutritivas que favorezcan la salud de los intestinos y del hígado.

El calendario dice que el año empieza en enero, pero las cosas son diferentes para el cuerpo. Su renacimiento cíclico tiene lugar en la primavera, debido a su sintonía con el entorno. De hecho, si conservamos una “actitud invernal” se puede favorecer el desequilibrio y la consiguiente aparición de trastornos. Entonces, en lugar de ligereza física sobreviene la pesadez y la congestión; en vez de vitalidad, aparece la “astenia primaveral”, los picores alérgicos en lugar del cosquilleo de la vida...

Primero, cuidar el hígado

La medicina naturista propone seguir algún programa depurativo y regenerador durante la primavera. Para ello es esencial tomar medidas nutritivas que favorezcan la salud de los intestinos y del hígado. Este órgano es el gran laboratorio interno que hace posible la asimilación de nutrientes y la eliminación de toxinas. Pero el trabajo continuo al que lo sometemos puede agotarlo hasta reducir su capacidad para desintoxicar la sangre. 

Algunos médicos naturistas son partidarios del ayuno completo (ningún alimento, solo agua, durante algunos días), pero lo cierto es que un ayuno radical con agua puede resultar debilitante y requeriría algún tipo de supervisión médica.

Depuración fácil con la cura de savia y zumo de limón

La mayoría de las personas se pueden beneficiar en gran medida de programas menos exigentes que también ofrecen grandes resultados, por ejemplo, tomando solo líquidos una comida o cena cuando uno elija, un día a la semana o tres días al mes. Una opción interesante es la cura de ayuno con Sirope de Savia de palma y arce. No es dificultosa y proporciona energía suficiente durante el proceso de limpieza. Además, si es necesario, resulta una buena manera de adelgazar algún kilo sobrante.

Esta cura se basa en la ingesta exclusiva de una limonada según la siguiente fórmula: a 250 ml de agua mineral natural se le añaden 2 cucharadas soperas de zumo natural de limón2 cucharadas de Sirope de Savia y una pizca de polvo de guindilla. Esta limonada se puede beber durante todo el día, de 6 a 12 vasos, mientras se lleva a cabo la cura. No hay que ingerir ningún alimento más, pero, en cambio, sí se puede beber todo el agua e infusiones que se quiera.

El limón es un alimento perfecto para el hígado y un gran limpiador del cuerpo. Con abundante vitamina C y minerales, contrae y estira los tejidos, lo que favorece que se suelten y eliminen toxinas. Por su parte, el Sirope de Savia aporta minerales y energía limpia. 

La depuración, ingiriendo solo el preparado de limón y  Sirope de Savia de palma y arce,  puede mantenerse máximo durante 7 o 10 días, aunque lo mejor es adaptar la depuración a las exigencias personales. Algunas personas prefieren hacer una versión más ligera, como por ejemplo un semi-ayuno. Mientras dormimos ayunamos, es decir, no ingerimos alimentos y dejamos que el organismo se regenere, purifique y recupere la energía consumida, en gran parte, durante la digestión y asimilación de alimentos. El propósito del semi-ayuno es prolongar este periodo de depuración y ayunos nocturnos.

Sugerencia para un semi-ayuno

En el desayuno y la comida, tomar alimentos ricos en vitaminas y minerales, como zumos de frutas (naranjas, limones, fresas -ecológicas si es posible- , peras, manzanas...), ensaladas con verduras y hortalizas frescas (lechuga, diente de león, zanahoria, remolacha, apio, espinacas, perejil...) en cantidades moderadas y aliñadas con aceite de oliva virgen extra y zumo de limón. Y, para cenar, tomar 2 vasos de la limonada con Sirope de Savia y ningún alimento más.

Puedes encontrar toda la información sobre La Cura de Savia y Zumo de Limón y todos sus beneficios pinchando aquí o en la lata de Sirope de savia 

También podría interesarte el libro La Cura de Savia y Zumo de Limón, de Ediciones Obelisco, Y, si tienes alguna duda o consulta, puedes contactar con: Evicro

Por supuesto, tras estas depuraciones, no tiene sentido volver a antiguos hábitos erróneos. Como la primavera es tiempo de renacimiento, es una buena idea aprovecharla para rediseñar la dieta, de modo que se base en cereales integrales (arroz, mijo, trigo, centeno...), legumbres (lentejas, garbanzos, judías...), frutos secossemillas y una presencia diaria importante de frutas y verduras frescas de temporada.

Dieta que desintoxica

Otra forma para depurar ligeramente el organismo es seguir una alimentación pobre en calorías (entre 200 y 1000 calorías diarias), pero rica en frutas y verduras, preferentemente en forma de zumos y caldos, durante un periodo de cinco a diez días. Así se favorece la movilización, combustión y eliminación de los restos proteicos, excedentes de grasas y residuos. 

Alimentos adecuados
Cereales integrales (arroz, mijo, trigo, centeno...), legumbres (lentejas, garbanzos, judías), frutos secos y semillas debieran gozar de una presencia habitual en los menús primaverales. Y regularmente, algunos superalimentos como los germinados, la levadura de cerveza, las algas o el polen

Algas en los platos
Muchas de ellas tienen altas propiedades para depurar el cuerpo de metales pesados. Incluye en tu dieta el alga chlorella, la wakame o la cochayuyo, un alga menos conocida, pero excelente para desintoxicar el organismo. 

Plantas en la ensalada
El diente de león es un excelente depurador. Limpia la sangre, mientras que la ortiga la regenera, por lo que estas dos plantas son la base de la cura regenerativa que se hace en primavera. Incluye hojas amargas en las ensaladas, como achicoriaberros, etc.  

Más líquidos
Conviene tomar al menos medio litro más que en invierno. En parte se puede tomar en forma de infusiones. Es beneficioso para el hígado el cardo mariano. Se hace con una cucharadita por taza y se deja en infusión durante diez minutos. Se toma antes de las comidas.