Biotecnología agrícola, en busca de una agricultura sostenible y eficaz
Biotecnología agrícola
Se estima que en el año 2050 será necesario dar alimento a más de 10 mil millones de personas en el mundo. Y, al mismo tiempo, tenemos que enfrentarnos al desafío que supone el cambio climático a nivel medioambiental y sanitario. Y aquí la biotecnología agrícola tiene un papel importante.
La estrategia “Farm to Fork” (F2F o De la granja a la mesa) de la Comisión Europea tiene como objetivo acelerar la transición hacia un sistema alimentario más saludable, justo y respetuoso con el medio ambiente.
¿Qué es la estrategia "Farm to Fork"? ¿Cuándo fue lanzada?
La estrategia Farm to Fork fue presentada el 20 de mayo de 2020 y forma parte del Pacto Verde Europeo. Es una hoja de ruta que permite a la UE convertirse en la primera región mundial climáticamente neutra para 2050. Es una estrategia que busca el objetivo de producir y consumir alimentos de forma sostenible, garantizando que no se exceda la capacidad del planeta.
De igual modo, ayuda a reducir el impacto medioambiental y climático procedente de la producción y consumo de alimentos actuales; garantizar la seguridad alimentaria y la salud de los ciudadanos con alimentos sostenibles y nutritivos; y generar unos ingresos económicos más igualitarios para los participantes en la cadena de suministro.
Mediante una consecución de medidas y objetivos la UE busca abarcar todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción, pasando por el procesamiento hasta la distribución y consumo final.
Objetivos de la Estrategia «De la Granja a la Mesa»
Teniendo en cuenta la sostenibilidad y la neutralidad climática, la seguridad alimentaria e inocuidad de los alimentos, los objetivos son:
• Garantizar la suficiencia de alimentos, que sean asequibles y nutritivos sin sobrepasar los límites del planeta.
• Reducir al 50% el uso de plaguicidas, fertilizantes y la venta de antimicrobianos.
• Aumentar la cantidad de tierra para agricultura ecológica.
• Promover un consumo y una dieta alimenticia más sostenible.
• Reducir el desperdicio de alimentos.
• Luchar contra el fraude en alimentación en la cadena de suministro.
• Mejorar el bienestar de los animales.
Esta estrategia prevé iniciativas y propuestas legislativas sobre:
• Agricultura ecológica.
• Etiquetado de propiedades nutritivas en el envase y etiquetado de alimentos sostenibles.
• Reducción de desperdicios de alimentos.
Para alcanzar estos objetivos, la estrategia describe las metas que se esperan cumplir para 2030 en cada área. De este modo, hay que aumentar la agricultura ecológica hasta un 25% del total de tierras agrícolas, reducir al 50% el uso de productos químicos y pesticidas y disminuir la venta de agentes microbianos para ganadería y agricultura un 50%.
El papel de la biotecnología
La biotecnología tiene mucho que decir al respecto en la estrategia “Farm to Fork”. Si bien es cierto que en esta iniciativa se echa de menos más implicación de la biotecnología, aun así, proporciona ventajas que comentaremos a continuación.
Para empezar, se aplican soluciones de eficiencia energética en sectores alimentario y agrícolas, como es la producción de biogás usando residuos agrícolas como es el estiércol. Otro punto que tiene importancia es la mejora de la salud y bienestar animal, así como la calidad de los alimentos. En este sentido, se propicia la comercialización de aditivos alimentarios sostenibles e innovadores como son las proteínas vegetales (soja), así como proporcionar alimentación alternativa como son insectos y piensos marinos (algas).
Mejorando la alimentación animal, se reduce la necesidad de medicación y se preserva la biodiversidad. La finalidad reside en reducir las ventas de antibióticos en la UE para animales de granja y acuicultura en un 50% en 2030.
Así mismo, las técnicas innovadoras (I+I) y la biotecnología pueden ayudarnos a mejorar la situación del cambio climático y mejorar la salud de las plantas, el tratamiento de plagas y enfermedades emergentes. Después de todo, un sistema alimentario sostenible garantiza un suministro suficiente y variado de productos nutritivos, inocuos y asequibles para las personas. Además, se busca conseguir el aumento de envasados sostenibles que emplean productos ecológicos, reutilizables y reciclables.
En este sentido, la UE estima gastar 10.000 millones de euros en I+I en bioeconomía, alimentación, agricultura, recursos naturales, pesca, acuicultura y medio ambiente, así como el uso de tecnologías digitales y soluciones procedentes de la naturaleza para aplicar en agroalimentación.
De este modo, se mejora la integración de la agricultura de precisión y el uso de la IA (inteligencia artificial), que implica una reducción de costes para agricultores, mejora del suelo, gestión y calidad del agua, reducir la aplicación de fertilizantes, pesticidas y emisiones GEI. Y todo para conseguir un ambiente más saludable para agricultores y ciudadanos.
En definitiva, la estrategia Farm to Fork busca mejorar el sistema agropecuario debido ante las problemáticas que suponen el cambio climático y el aumento acelerado de la población mundial. Hasta el momento, España es el país de la UE con mayor superficie dedicada a la producción agrícola con un 10%, pero se estima que aumente en los próximos años. En este sentido, la biotecnología puede dar un gran impulso a esta estrategia que se valora ya como una solución a los problemas de sostenibilidad que tenemos en Europa.