Durante el embarazo, cuidado con las patatas fritas
La elevada ingesta de alimentos con acrilamida causa un menor peso del bebé al nacer.
Hace diez años que investigadores suecos descubrieron la presencia de acrilamida, una sustancia cancerígena, en los alimentos ricos en hidratos de carbono que se elaboran a altas temperaturas. Después de la alarma inicial, sucesivos estudios determinaron que en general la cantidad de acrilamida ingerida en la dieta media no significaba un riesgo alto y la industria alimentaria modificó los procesos de fabricación para reducir su presencia.
Sin embargo, un estudio dirigido por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) de Barcelona y la Universidad de Estocolmo (Suecia), llama ahora la atención sobre el efecto de la acrilamida en el peso de los recién nacidos. El consumo de alimentos con alto contenido de acrilamida durante el embarazo se asocia con un peso inferior y una menor circunferencia de la cabeza de los bebés. La investigación se ha realizado con los datos obtenidos sobre la dieta de 1.100 mujeres embarazadas y sus recién nacidos de Dinamarca, Inglaterra, Grecia, Noruega y España.
La diferencia entre las madres expuestas a altos niveles de acrilamida y las expuestas a niveles bajos puede ser de hasta 132 gramos en el peso del bebé y 0,33 centímetros en el tamaño de su cabeza. El estudio muestra que la sangre del cordón umbilical de todos los bebés contenía acrilamida y que los mayores niveles se observaron en los nacidos en Inglaterra y los más bajos en los de Dinamarca.
"El efecto estimado del alto nivel de exposición a la acrilamida sobre el peso de un bebé al nacer es comparable al efecto adverso conocido del tabaquismo”
La acrilamida se forma al freír, asar, tostar u hornear alimentos ricos en carbohidratos como las patatas fritas, chips, bollería o cereales de desayuno; aumentando a mayor temperatura y tiempo de cocción. Según el coordinador del estudio y director científico adjunto del CREAL, Manolis Kogevinas, "el efecto estimado del alto nivel de exposición a la acrilamida sobre el peso de un bebé al nacer es comparable al efecto adverso conocido del tabaquismo”. En general, la cantidad de acrilamida en la sangre se puede relacionar con la calidad de la dieta de una persona.
La investigadora del CREAL y primera autora del artículo, la Dra. Marie Pedersen, añade que “las implicaciones en salud pública de los resultados de este estudio son realmente importantes, porque el peso al nacer está relacionado con numerosos efectos adversos para la salud en los primeros años de vida e incluso posteriormente, tales como estatura reducida, aumento de la incidencia de enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus tipo 2 y osteoporosis. Además, la circunferencia de la cabeza es un indicador importante del crecimiento del cerebro y del desarrollo neurológico".