Rutina

De vuelta a la rutina. Atrapados sin remedio en el redil del tedio. La misma silla, la misma mesa, la misma asfixia. Agónica sucesión de días y más días.

Al menos en enero nos incorporamos con ansias renovadas y propósito de enmienda. Ahora no. Los días se acortan. Los cielos se emborronan. Las carreteras se atascan. Los coches lo llenan todo de malos humos.

Hay quienes lo llevan de otra manera, también es cierto. Se instalan al volante por inercia, se hacen cómodos. Se mueven a impulsos mecánicos, aunque ellos no lo notan: la larva de la rutina les va carcomiendo por dentro en las idas y venidas.

Y ahora vamos a plantarle cara a la eterna letanía. Vamos a dejar de comportarnos como autómatas en perpetua fila. Vamos a tomarnos al pie de la letra el dicho japonés –“Cada jornada es una vida”- y a proponernos no caer en la tentación de dos días iguales.

Porque la rutina es algo más que un hábito: es una actitud que se enquista. La actitud del conformismo, del insufrible atasco y del camino trillado. Porque lo que hagamos hoy, y 25.550 días como hoy, será lo que determine al final nuestra aproximación a la vida.

Sobre el autor. Carlos Fresneda lleva media vida de corresponsal para el diario El Mundo en Italia, Estados Unidos y Gran Bretaña. En El Correo del Sol nos cuenta todo lo que se cuece en la trastienda de la actualidad diaria. Ha publicado un libro, La Vida Simple (Ed. Planeta).
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