No todas las cremas de cacao son saludables
Algunas pueden contener grasas tóxicas y soja transgénica.
Es un alimento de capricho para casi todos los niños y bastantes adultos. Para muchos, un regalo diario en forma de merienda o de bocado antes de irse a dormir. Semejante éxito merece que se corresponda con un producto de calidad, sin embargo, no todas las cremas de cacao están a la altura.
Leche, cacao, avellanas y azúcar… Bueno, no exactamente. La etiqueta del famoso producto dice: azúcar, aceites y grasas vegetales parcialmente hidrogenados, cacao desgrasado en polvo (8,5%), avellanas (5%), leche desnatada en polvo (4,5%), suero de leche en polvo, emulgente (E-442) y aroma. Esta es la crema de cacao más consumida por los españoles desde la década de 1960. Pero la publicidad no ha conseguido que sea realmente la mejor. Las cremas que se venden en tiendas ecológicas y de comercio justo son preferibles.
Los aceites y grasas vegetales parcialmente hidrogenados no solo son poco recomendables porque se comportan en el cuerpo como grasas saturadas que pueden perjudicar al sistema cardiovascular, sino que suelen contener el éster graso 3-MCPD (monocloropropano-1,2-diol). Se trata de una grasa tóxica que se libera durante la digestión y puede estar asociada a alteraciones renales y hormonales y, en grandes dosis, a tumores benignos. En algunas cremas de cacao es tan abundate que una ración de 40 g (se corresponde con un panecillo untado generosamente) puede superar los valores máximos establecidos por la Organización Mundial de la Salud para un niño de 7 a 9 años y de unos 30 kg de peso. La presencia de 3-MCPD es mucho menor en las cremas elaboradas con aceites de oliva o colza que en aquellas con aceite de palma, maíz o girasol.
La publicidad no solo confunde sobre los ingredientes, sino que presenta las cremas como productos nutritivos sin riesgos. Si a alguien se le ocurriera tomarse un tarro entero, ingeriría aproximadamente 70 terrones de azúcar y 120 g de grasa, pero bastan 30 g para que un niño colme la ración diaria recomendable de dulces.
Soja transgénica
Por otra parte, análisis realizados en Alemania muestran que algunas cremas contienen restos de soja transgénica, que pueden haber llegado a los productos a través de la lecitina que se emplea como emulgente o de la harina de soja. Cada vez es más difícil evitarlo, porque la producción de Estados Unidos y Argentina ya es transgénica en un 90%.
A pesar de que los ingredientes naturales poseen un sabor intenso, algunos fabricantes añaden aromas artificiales de vainilla. El consumidor debiera elegir siempre las cremas con ingredientes reconocibles y sin aditivos.
Nada como la alternativa casera
Los ingredientes son: 100 g de chocolate (con o sin leche y proporción de cacao al gusto), 100 g de avellanas tostadas sin sal y peladas, 100 ml de leche de avena, 50 g de azúcar de caña integral y 40 g de mantequilla.
Para elaborarla en una cazuela, primero hay que picar el chocolate y las avellanas. Luego se ponen todos los ingredientes a fuego suave y se vigila que el chocolate se funda sin hervir. Las personas que posean una Thermomix pueden pulverizar el chocolate, añadir el resto de ingredientes y programar la máquina a 5 minutos, 80 ºC y velocidad 6 o 7.
Una vez obtenida la crema y aún caliente, se vierte en el bote donde la vamos a guardar.