Los Nobel alternativos condenan que Monsanto y Syngenta reciban el Premio Mundial de la Alimentación
Galardonados con el “Premio Nobel Alternativo” critican que se premie a multinacionales de los transgénicos y los pesticidas.
Hoy se ha celebrado la ceremonia de entrega en Iowa, Estados Unidos.
Hasta 81 personalidades que han recibido el Right Livelihood Award (también conocido como “Premio Nobel Alternativo”) o son miembros del World Future Council (Consejo para el Futuro Mundial) consideran inadmisible que los premiados sean científicos y ejecutivos de compañías dedicadas a la producción de transgénicos.
Los tres premiados son Robert Fraley, vicepresidente ejecutivo y director de tecnología de Monsanto; Mary-Dell Chilton, fundadora de Syngenta, una de las principales fabricantes de pesticidas; y Marc Van Montagu, biólogo y presidente del lobby pro-transgénicos Federación Europea de Biotecnología.
En realidad los premios son a todas luces una pantomina, pues se conceden a las empresas que los financian. En 2008, la Fundación Premio Mundial de la Alimentación aceptó una donación de 5 millones de dólares de Monsanto, que también aparece entre las empresas patrocinadoras: Nestlé, Cargill, Archer Daniels Midland, Syngenta, Monsanto, Bayer CropScience y DuPont Pioneer. Otros patrocinadores son la Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Rockefeller (todos los patrocinadores aquí).
Los premios Nobel alternativos estiman que con la concesión del premio a empresas como Monsanto y Syngenta el jurado promueve la concentración del poder en manos de unas pocas multinacionales e ignora la evidencia de que la agricultura ecológica puede mejorar la productividad y beneficiar a los suelos y la biodiversidad, sin obligar a los agricultores a comprar las semillas y productos químicos costosos.
La experta en seguridad alimentaria Vandana Shiva (premio Nobel Alternativo en 1993) ha manifestado que "los transgénicos no sólo son inseguros, también están destruyendo la biodiversidad, aumentando la dependencia de los agricultores a semillas y productos químicos y conduciendo a la aparición de super plagas y super malezas. Son una receta para la inseguridad alimentaria y la insustentabilidad".
El referente latinoamericano de la organización internacional Grain (premeio Nobel Alternativo en 2011), Carlos Vicente, ha agregado: "en el Cono Sur vivimos cotidianamente la catástrofe socioambiental que significa el avance de los transgénicos, desplazando comunidades, destruyendo nuestros últimos bosques y matando y contaminando con las fumigaciones masivas, a los que están indisolublemente ligados. El premio otorgado es una provocación a nuestros pueblos. De cualquier manera no es sorprendente que este premio creado por el padre de la Revolución Verde, Norman Bourlag sea otorgado a los continuadores de este modelo. Los depredadores se premian a si mismos".
A juicio de los expertos, la decisión envía una muy mala señal para el futuro de la seguridad alimentaria y la agricultura, al privilegiar desarrollos tecnológicos que, aplicando la titularidad de patentes multinacionales, buscan establecer un modelo de agricultura que socava la sustentabilidad y la democracia. En un artículo publicado en Huffington Post aseguran que "la elección del Premio Mundial de la Alimentación 2013 es una afrenta al creciente consenso internacional sobre prácticas agrícolas seguras y ecológicas que han sido probadas científicamente para promover la nutrición y la sustentabilidad”.
Con información de Fundación Right Livelihood Award