La Unión Europea da una tregua de dos años a las abejas

30.4.2013
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Se prohíben tres plaguicidas comunes en los cultivos de girasol, colza, algodón y maíz.

Una mayoría de 15 países ha hecho posible que la Comisión Europea prohiba durante dos años el uso de los tres plaguicidas neonicotinoides que probablemente están causando la muerte de las abejas. Estos plaguicidas se usan frecuentemente en los cultivos de girasol, colza, algodón y maíz, por los riesgos que plantean para la salud de las abejas.

España, uno de los principales productores de estas plantas y el primero en el ranking de la miel, ha estado a favor de la medida aunque inicialmente había pedido un aplazamiento. En contra han votado ocho delegaciones, entre ellas Reino Unido, y se han abstenido cuatro países.

Un centenar de colectivos en España, sociales, ambientales y de consumidores, habían pedido al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que diera su apoyo al veto. Los tres plaguicidas, clotianidina, tiametoxam e imidacloprid, que afectan al sistema nervioso de los insectos, causándoles parálisis y muerte, eran comercializados en Europa por Bayer y Syngenta.

El objetivo del Ejecutivo comunitario sigue siendo que el plan de medidas legislativas "ambiciosas y proporcionales" para proteger a las abejas esté listo para ser aplicado desde el 1 de julio.

Los más utilizados en el mundo

Durante los últimos 15 años, los neonicotinoides se han convertido en los insecticidas más utilizados y con más rápida expansión en el mundo, informa Ecologistas en Acción. Aunque promovidos por la industria como plaguicidas “benignos”, su acción sistémica (penetran en la planta a través de la savia, haciéndola tóxica a los insectos) les convierte en peligrosos neurotóxicos, habiéndose demostrado que afectan gravemente a las abejas y a otros insectos beneficiosos, así como a invertebrados del suelo fundamentales para su fertilidad. El Imidacloprid de Bayer, por ejemplo, se considera uno de los responsables del colapso de las poblaciones de abejas y es muy tóxico para otros insectos beneficiosos, incluyendo importantes invertebrados acuáticos y edáficos. También tiene efectos tóxicos agudos sobre las aves.

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