La meditación reduce la inflamación
Investigadores han medido los efectos de un día intensivo de meditación en los genes que expresan inflamación.
La inflamación crónica puede contribuir a enfermedades graves cuando dura muchos años: problemas cardíacos, cáncer y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Un nuevo estudio de la Universidad de Wisconsin, en colaboración con el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona, ha demostrado que la meditación puede incidir positivamente en los genes que causan la inflamación.
Los investigadores midieron los efectos de un día intensivo de meditación en un grupo de personas con experiencia en estas técnicas y los compararon con un grupo de voluntarios no entrenados que realizaron una actividad tranquila. Después de ocho horas de meditación, los investigadores constataron una reducción de los niveles de actividad de los genes que inducen inflamación en los meditadores experimentados.
Estos cambios se correlacionaron con una recuperación física más rápida ante una situación estresante. Los científicos de la Universidad de Wisconsin informaron de que estos hallazgos son los primeros en demostrar que la meditación puede inhibir la producción de proteínas por parte de algunos genes que causan la inflamación y recalcaron que, al inicio del estudio, no había diferencias en los genes de las personas de ambos grupos.
En estudios anteriores, se había podido comprobar que la meditación consigue cambios positivos en los genes que son el objetivo de los fármacos antiinflamatorios y los calmantes para el dolor, como el ibuprofeno o la aspirina.