El fracking es una amenaza para la salud, según expertos estadounidenses

15.1.2013
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Los profesores Bernard Goldstein y Robert Jackson llaman la atención sobre los efectos negativos potenciales en la salud de la población.

Explotación de gas natural por fracking

Mientras varias comunidades autónomas se han lanzado a conceder permisos de prospección y explotación para extraer gas del subsuelo mediante la técnica conocida como fracking o fractura hidráulica, en Estados Unidos, reconocidos expertos llaman la atención sobre los efectos negativos potenciales en la salud de la población.

Juan Carlos Muñoz, vicepresidente de la ACIEP, la asociación que agrupa a las empresas de producción de hidrocarburos y almacenamiento subterráneo en España, y representante de la recién creada plataforma para la exploración y desarrollo del gas pizarra, Shale Gas España, asegura que en la actualidad la extracción mediante fractura hidráulica o fracking cuentan con todas las garantías ambientales y de seguridad, y subraya «el caso de éxito absoluto de Estados Unidos con medio millón de pozos en explotación».

Sin embargo, varios expertos asistentes a la quinta cumbre anual de la Research Triangle Environmental Health Collaborative, con sede en Carolina del Norte, Estados Unidos, han planteado sus dudas sobre la salubridad del fracking.

Bernard Goldstein, profesor emérito del Departamento de Salud Ambiental y Ocupacional de la Universidad de Pittsburgh, y Robert Jackson, de la Universidad Duke, enumeraron los riesgos para la salud asociados a la fractura hidráulica. 

• No se conocen perfectamente las sustancias tóxicas que pueden ser liberadas en el entorno porque las compañías explotadoras no están informando de todas los aditivos (propelentes, geles, anticorrosivos, pesticidas...) que añaden al agua, aunque se sabe que muchos son cancerígenos. 

• Las plantas explotadoras liberan en el aire polvo, sustancias cancerígenas como el benceno y metano que favorece el cambio climático. Además producen ruidos, tráfico y modifican el paisaje de las zonas donde se instalan, transformando los modos de vida, principalmente rurales. 

• Producen agua residual contaminada con cientos de sustancias tóxicas, cancerígenas y disruptoras endocrinas como bromo, arsénico, plomo, bario, agentes radiactivos, hidrocarburos, formaldehído, ácido bórico, metanol, ácido hidroclorhídrico e isopropanol. Según la organización TEDX (Diálogos sobre la Disrupción Endocrina), que lleva varios años recogiendo información sobre los productos tóxicos utilizados en la fracturación hidráulica, el 25% puede causar cáncer, el 37% afecta al sistema endocrino, más del 50% causa daños en el sistema nervioso y casi el 40% provoca alergias. Estos contaminantes pueden ser tratados, pero también existe el riesgo de que se liberen accidentalmente a través de filtraciones en las instalaciones. 

• Los acuíferos y los pozos que sirven para abastecer a los hogares de agua potable pueden contaminarse de metano, que en determinadas circunstancias puede dar lugar a explosiones. Los expertos recomiendan que se investigue el efecto sobre el organismo del metano, el etano y el propano ingerido con el agua.

• Por otra parte, la fractura hidráulica puede favorecer los terremotos.

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