La ashwagandha posee un potencial tremendo para frenar las consecuencias del envejecimiento, según expertos
Una de las plantas más populares e importantes de la medicina tradicional de la India, el ayurveda, es la ashwagandha (Whitania somnifera) desde hace siglos. Se la considera útil para combatir gran cantidad de dolencias. Sus propiedades principales son mejorar la calidad del sueño, aumentar la sensación de energía disponible y fortalecer el sistema nervioso.
Los estudios preclínicos indican que los principios activos presentes en la ashwagandha (Withania somnifera) pueden modular qué genes se convierten en proteínas en la célula y podrían ser eficaces para abordar afecciones relacionadas con la inmunidad y el envejecimiento, incluido el covid prolongado y la enfermedad de Alzheimer.
El tratamiento del envejecimiento es difícil debido a su naturaleza progresiva e irreversible, así como a las comorbilidades asociadas, dicen Sujit Nair y sus colegas en un artículo en Frontiers in Nutrition. Sugieren que el proceso de envejecimiento puede ralentizarse mediante "avances recientes que incluyen la intervención con nutracéuticos que pueden modular la actividad transcripcional de diferentes genes implicados en el envejecimiento y las complicaciones relacionadas con la edad".
La ashwagandha es un ingrediente común en la medicina tradicional con propiedades antioxidantes e inmunomoduladoras y podría desempeñar un papel en "modular los cambios a nivel de ARN asociados con el envejecimiento". Ya se ha mostrado prometedora contra las afecciones relacionadas con el envejecimiento en estudios de cultivos de células humanas, señaló la revisión.
Por ejemplo, la planta actúa contra los marcadores inflamatorios, lo que la convierte en una herramienta potencial para tratar el Covid prolongado. También reduce la neuroinflamación y la neurodegeneración, lo que también podría frenar la progresión de la enfermedad de Alzheimer. Otras afecciones que la planta y sus ingredientes podrían abordar incluyen úlceras gastrointestinales, cáncer de mama y asma.
La ashwagandha es una planta de la familia de las solanáceas que crece predominantemente en India, Pakistán y Afganistán y se ha utilizado en medicina natural allí durante más de 3.000 años. En las antiguas escrituras indias se la denominaba como "cura milagrosa". Pertenece al gurpo de los adaptógenos, es decir una planta que ayuda a adaptarse a un nivel de estrés elevado. El polvo de la raíz sea un remedio se emplea en situaciones de sobrecarga que suelen ir acompañadas de insomnio y agotamiento.
¿Cuáles son los efectos de la ashwagandha?
Según el Huntington College of Health Sciences, los efectos tradicionales de la ashwagandha son:
- Aumenta la energía y ayuda a superar el estrés
- Aumenta el rendimiento físico y mental
- Mejora la función tiroidea
- Equilibra el organismo en general
- Regula los niveles de azúcar en la sangre
- Combate la fatiga
- Promueve el sueño
- Estabiliza el sistema nervioso
- Reduce la ansiedad
- Apoya la función sexual y la fertilidad
- Aumenta la fuerza muscular
Estas propiedades son debidas a la acción combinada de sustancias como los withanolides, alcaloides, colina, ácidos grasos y aminoácidos, que se encuentran en las hojas, flores, tallos, semillas, bayas, corteza y raíz.
Estudios sobre la ashwagandha
La ciencia ha confirmado las propiedades más importantes que le atribuye el ayurveda. Cabe destacar el estudio realizado por el departamento de Neuropsiquiatría y Psiquiatría Geriátrica en el Asha Hospital en Hyderabad, que examinó la influencia de la ashwagandha en la sensación de estrés.
El grupo de personas que tomó ashwaganda durante dos meses mostró un mejor manejo de las situaciones estresantes y, por lo tanto, una mejor calidad de vida en general que el grupo de placebo. Los análisis realizados a los participantes mostraron que el nivel de cortisol en el grupo que la tomaba se redujeron significativamente.
Otros estudios científicos han probado efectos sobre la memoria y sobre la resistencia física.
Aplicación y dosificación de ashwagandha
En el mercado se encuentra el polvo de raíz de la ashwagandha y extracto concentrado en cápsulas. La dosificación general se sitúa entre los 3 y los 6 g de raíz seca, y los 300-500 mg del extracto, dos veces al día, después de las comidas.
Los efectos no son inmediatos. El tratamiento suele mantenerse unos dos meses, pero no hay que preocuparte por los efectos secundarios, pues es una planta segura para la mayoría de las personas. No obstante, si aparece dolor abdominal, náuseas o diarrea hay que abandonar el consumo.