En los edificios de certificación energética Passivhaus se ahorra el 80% en calefacción y refrigeración
Micheel Wassouf, arquitecto de Energiehaus y socio fundador de la plataforma española del estándar Passivhaus, explicó en la Universidad de Navarra las ventajas energéticas de la edificación eficiente certificada.
“Un edificio que posee la certificación energética Passivhaus reduce en torno al 80% la factura de calefacción y refrigeración respecto a uno convencional, y a la vez presenta un alto confort climático y acústico”. Así lo indicó en la Universidad de Navarra Micheel Wassouf, arquitecto de Energiehaus y socio fundador de la plataforma española del estándar Passivhaus, con motivo de un curso que impartió en el Máster en Diseño y Gestión Ambiental de Edificios (MDGAE).
Según explicó, ese protocolo consiste en unas determinadas soluciones constructivas, basadas en la aplicación de conceptos pasivos, combinados con un alto grado de aislamiento, una alta hermeticidad al paso de aire, ventanas aislantes y ventilación controlada que recupera hasta el 90% de la energía de la ventilación. “A partir de 1990 se edificaron en Alemania los primeros prototipos con el estándar Passivhaus. 20 años después contamos con la experiencia de más de 20.000 construcciones en varios países. Hay grandes ciudades que lo han integrado en la normativa local, como Frankfurt, Heidelberg o Hannover”, apuntó.
Wassouf comentó que en España se introdujo Passivhaus en 2008 y hasta la fecha se han certificado tres edificios, una vivienda unifamiliar en valle del Roncal (Navarra), otra en Andalucía y una tercera en el País Vasco. Asimismo, otras dos viviendas están actualmente en proceso de certificación en Junguitu (Álava). “Las administraciones públicas también comienzan a interesarse por él. En Vitoria se ha convocado un concurso para la rehabilitación de un edificio público con este estándar”, añadió.
Contribución a lograr energía casi cero
Con respecto al sobrecoste que supone construir con Passivhaus, el experto indicó que solo asciende al 5-10% más con respecto a la realización de la obra con otros materiales. “Se recupera en pocos años, a través del ahorro en el consumo de energía. Además, asegura un gran confort climático para los usuarios.”, expresó. Por último, recalcó que Passivhaus proporciona soluciones pasivas que, combinadas con el uso de energías renovables, permiten cumplir la directiva del Parlamento Europeo por la que las nuevas construcciones deberán llegar a un balance energético casi nulo a partir de 2020. “Según la máxima autoridad pública estadounidense en ese campo, Passivhaus es el protocolo más exigente para certificar edificios de energía casi nula”, puntualizó.
Vía ARQA