Claves para un uso más seguro del móvil

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Al hablar con un móvil, la energía del campo electromagnético es absorbida por el usuario en un 89%, especialmente la cabeza. Pero podemos minimizar ese efecto con algunas precauciones.

Hasta 25.000 publicaciones científicas hay en la actualidad sobre el efecto en la salud de las radiaciones electromagnéticas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de las investigaciones no dan lugar a dudas: los campos electromagnéticos, tanto de altas como de bajas frecuencias, alteran la biología de las personas y de los animales. Al hablar con un móvil, la energía del campo electromagnético es absorbida por el usuario en un 89%, especialmente la cabeza. Pero podemos minizar ese efecto con algunas precauciones.

 Hay que hacer llamadas cortas y solo las esenciales. Usarlo durante 10 años, más de 30 minutos diarios eleva el riesgo de tumores cerebrales en un 40%.

 Emplear dispositivos manos libres, auriculares o el altavoz. Esto reduce las radiaciones, pero no protege a las personas de alrededor.

 Los móviles en espera también emiten una frecuencia ultrabaja de 2 hercios. No debemos llevarlos pegados al cuerpo en bolsillos, al cuello o en el cinturón.

 No dejarlo en la mesilla de noche o debajo de la almohada, ni dormirse con él mientras escuchamos música. Esas frecuencias ultrabajas de los móviles en espera interfieren en el sueño y aumentan las probabilidades de cáncer cerebral.

 Si se juega con el móvil o se escucha música, puede ponerse en “modo avión”.

 No deben usarlo los niños ni las mujeres embarazadas, pues se expone a los bebés a padecer problemas de conducta en la infancia.

 Evitar acercar a la cabeza el móvil en los momentos de máxima emisión: cuando suena una llamada entrante o saliente y hasta que se establece el contacto.

 Hablar solo con buena cobertura. Cuando se usa en lugares de baja cobertura (interior de vehículos, ascensores, sótanos, etc), la potencia de las microondas es mayor.

 Descartar hablar en desplazamientos, porque el teléfono debe cambiar de estación base y es buscado por la estación periódicamente para ubicar la posición.

 Además de limitar el uso diario, hay que dejar pasar varios días de descanso, pues el efecto perdura más allá del tiempo de la conexión.

Usar dispositivos de protección avalados científicamente como los CMO de Comosystems (autorizados por la Agencia Francesa Sanitaria), que son un sistema pasivo (autónomo, sin necesidad de baterías ni de electricidad). Los disñados para móvil se enganchan fácilmente en el teléfono y las personas más sensibles enseguida notan una mejoría en dolor de cabeza, de oído, zumbidos, etc. 

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