"Salva el Ártico, tarjeta roja a Gazprom", una protesta de Greenpeace en la rueda de prensa de Ancelotti en la Champions
La pancarta se desplegó detrás del entrenador del Real Madrid y del jugador Pepe, reemplazando así la imagen de fondo de la sala que incluía los logos de Gazprom y de otros patrocinadores del torneo.
Greenpeace desplegó ayer una pancarta durante la rueda de prensa que ofrecía en Copenhague el entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti junto con Pepe. Con esta acción, la organización ecologista quiere denunciar las actividades en el Ártico de Gazprom, el principal patrocinador de la Champions League.
Poco después del comienzo de la conferencia de prensa, Greenpeace desplegó una pancarta roja desde el techo de la sala, justo detrás de los ponentes, donde se podía leer: "Salva el Ártico, tarjeta roja a Gazprom". La pancarta se desplegó detrás del entrenador y del jugador reemplazando así la imagen de fondo de la sala que incluía los logos de Gazprom y de otros patrocinadores del torneo.
"Gazprom debería recibir una tarjeta roja, tanto del Ártico como del fútbol europeo. Mientras que la empresa muestra su cara más amable con patrocinios como este, se dedica invertir ingentes cantidades de dinero lejos de la atención pública, en lugares tan recónditos como el Ártico, donde espera extraer petróleo poniendo en peligro una de las últimas fronteras naturales del planeta. Que una petrolera verdaderamente irresponsable como Gazprom sea el centro de atención de un evento deportivo de estas características es una afrenta tanto al deporte como al medio ambiente", ha declarado Jon Burgwald, responsable de la campaña del Ártico de Greenpeace en Dinamarca.
Se espera que Gazprom empiece a finales de este mes la primera extracción de petróleo mundial desde Ártico. Fue la búsqueda de la compañía de más petróleo en el frágil medio ambiente del Ártico lo que llevó, el pasado mes de septiembre a 28 activista y dos periodistas freelance, a realizar una protesta pacífica contra la plataforma de la compañía en el Ártico. Después de dos meses de prisión preventiva, los 30 activistas han sido puestos en libertad bajo fianza. Asimismo, todavía siguen obligados a permanecer en suelo ruso y continúan acusados de vandalismo lo que podría suponer largas penas de prisión.
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