Semillas de lino, cargadas de omega-3
Pueden proporcionar todos los omega-3 que se necesitan.
El aceite facilita su consumo. Puede mezclarse con el aceite de oliva para aliñar ensaladas.
Los famosos omega-3 no se encuentran sólo en el salmón y otros pescados grasos. Las semillas de lino y el aceite que se obtiene de ellas los contienen en abundancia y, además, los acompaña de minerales, como el magnesio, y vitaminas, como la B6, y el ácido fólico.
Por otra parte, contienen lignanos, una sustancia con efectos hormonal y antioxidante. Por eso se han demostrado eficaces en la prevención de ciertos tipos de cáncer (colon, mama, próstata y endometrio). Tampoco hay que olvidarse de la fibra que aportan, pues ayuda a normalizar la mucosa intestinal.
Se emplean para prevenir las afecciones cardiovasculares, la menopausia y las afecciones de las mucosas. Tomándolas enteras en una ensalada, por ejemplo, combaten el estreñimiento. Las semillas machacadas favorecen la digestión y el aprovechamiento nutricional.