La sanidad catalana alega que un paciente de SQM lucha por sus derechos para reducirle la pensión

15.7.2014
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Le reducen la pensión en 560 euros.

Mario Arias, de 57 años, lo considera una venganza administrativa y política.

Reunión de afectados por Sensibilidad Química Múltiple / Fondo de Salud Ambiental

En Cataluña, si estás enfermo y haces lo posible para defender a las personas que sufren como tú, te expones a que te reduzcan más de un 25% la pensión a la que legalmente tienes derecho. La decisión del Instituto Catalán de Evaluaciones Médicas (ICAM) respecto del enfermo Mario Arias es un precedente y un mensaje dirigido a todos los activistas: si continuáis luchando, os recortamos vuestros derechos.  

La carta que el ICAM dirigió el pasado mes de junio a Arias, de 57 años de edad y vecino de Reus, es tristemente clara: asegura que está más sano de lo que los médicos dictaminaron porque "se dedica a litigar y defender los derechos de los afectados". "Se tiene constancia de que el paciente realiza y participa activamente en reuniones y conferencias como representante de la Asociación AQUA y otros colectivos", añade la carta. ¡Todo un diagnóstico clínico!

Es decir, si Arias fuera realmente un inválido absoluto no hubiera podido reunir energías para exigir, por ejemplo, la creación de una unidad especializada en sensibilidad química múltiple en la provincia de Tarragona.   

Los funcionarios del ICAM saben más que el doctor Julián Márquez Sánchez, ex jefe de la sección de Neurofisiología Clínica del Hospital Universitario de Bellvitge), que concluyó su informe, solicitado por el propio ICAM, con la siguiente frase: "Desde luego, no veo a este paciente capacitado para ningún tipo de trabajo".  

El doctor Márquez considera que persiste en el afectado un Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple con "afectación multisitemica" y "trastornos de tipo neurocognitivo así como de carácter respiratorio, digestivo, fatiga crónica, fibromialgia y, más específicamente, intolerancia ambiental". Constata también que los síntomas han empeorado desde el último control realizado en 2009. Sin embargo, el ICAM se escuda para su decisión en un supuesto contrainforme, del que no se conoce el autor, donde se considera que el señor Arias puede realizar "otros tipos de trabajo que no supongan esfuerzos o exposición a químicos". 

En buena lógica, antes de reducirle la pensión, el ICAM debiera haber ofrecido a Mario Arias un trabajo donde no estuviera expuesto a perfumes, ambientadores o detergentes. Donde además no tuviera que andar, ni se le exigiera capacidad de concentración. ¿Quizá un puesto en las oficinas del ICAM?  Es una idea, si están dispuestos a cumplir todas esas condiciones.

¿Por qué esta decisión de la administración sanitaria de Catalunya? Llega curiosamente justo cuando está a punto de ejecutarse una sentencia que obliga a la Generalitat de Cataluña a abonarle una importante cantidad en concepto de daños y perjuicios, pues en 2002 adquirió su enfermedad trabajando sin las medidas de seguridad adecuadas como peón en el mantenimiento de carreteras.

Mario estuvo respirando benceno durante hora y media en la cabina de un camión. Quedó intoxicado de por vida, pero todavía siguió trabajando tres años porque los médicos no acertaban a descubrir la causa de los mareos, la fatiga, las dificultades para concentrarse, los dolores musculares… Primero creyeron que era una alergia. De paso, en el trabajo le acusaban de vago y cuentista. En 2004 acudió a la justicia y en 2010 (¡ocho años para resolver la situación legal de un enfermo!) obtuvo la sentecia favorable que ahora el ICAM quiere tirar a la basura. 

Esta tarde, el Colectivo Ronda de abogados ha denunciado en rueda de prensa la existencia de una "caza de brujas" contra los enfermos que reclaman sus derechos. "La decisión del ICAM es un verdadero aviso a navegantes para hacer desistir a la gente que, como Mario, han sido y siguen siendo luchadoras y reivindicativas en defensa del derecho a la propia salud", ha manifestado el abogado Jaume Cortés. Mario Arias ha asegurado que su situación es la consecuencia de una "venganza administrativa y política" y que no piensa "rendirse" a pesar de que, para sobrevivir, cuenta cada mes con 560 euros menos. 

La situación de Mario ha despertado la solidaridad de sus compañeros de lucha. El Colectivo Ronda recurrirá la decisión y ha iniciado una campaña en las redes bajo el hashtag #SolidaritatMario

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