La contaminación del tráfico perjudica el desarrollo intelectual de los niños

4.3.2015
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Reduce un 3% la tasa de desarrollo intelectual y afecta la memoria y la capacidad de atención. 

Los niños que asisten a escuelas expuestas a la contaminación del aire por su proximidad al tráfico se ven perjudicados en su desarrollo intelectual, según un estudio llevado a cabo por investigadores del CREAL (Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental con sede en Barcelona). Muchas escuelas están situadas en las proximidades de las calles más transitadas, con picos de contaminación del aire justo cuando los niños están en la escuela.

Se sospechaba que la contaminación del aire era un neurotóxico. En estudios previos con animales se había observado que la inhalación de partículas ultrafinas procedentes de aire de motor de escape y motor diesel provoca una expresión elevada de citoquinas y estrés oxidativo en el cerebro y un comportamiento animal alterado. También se había relacionado la exposición a este tipo de contaminación durante el embarazo o la lactancia con retrasos cognitivos en los niños, causados por la inflamación de regiones del cerebro relacionadas con la memoria de trabajo y la atención.

“Hemos hallado que los niños de las escuelas altamente contaminadas tenían un menor crecimiento en el desarrollo cognitivo que los niños de las escuelas poco contaminadas. En este sentido, los niños que asisten a escuelas con niveles altos de contaminación, tanto en la clase como en el patio, experimentaron un menor crecimiento  de las funciones cognitivas esenciales para el aprendizaje, del 7% anual en contra del 11%, respecto a las escuelas menos contaminadas. Estos resultados se confirmaron empleando medidas directas sobre el tráfico relacionado con los contaminantes en la escuela. Esto puede tener consecuencias en el rendimiento escolar y el comportamiento”, explica Jordi Sunyer, investigador principal del estudio.

Los investigadores de CREAL llevaron a cabo un estudio entre enero de 2012 a marzo de 2013, con 2.897 niños, de entre siete a diez años, procedentes de 39 escuelas de Barcelona y Sant Cugat que estaban expuestos a la contaminación del aire relacionada con el tráfico de alta y baja intensidad. Los investigadores evaluaron cuatro veces consecutivas, mediante pruebas computarizadas en series de 40 minutos de duración, las trayectorias individuales en el crecimiento anual del desarrollo cognitivo en las funciones de memoria de trabajo y de atención, debido a que crecen de forma constante durante la preadolescencia. Los investigadores midieron la contaminación debida al tráfico (carbono elemental, dióxido de nitrógeno (NO2), y el número de partículas ultrafinas), que se midieron dos veces durante las campañas de una semana tanto en el patio (al aire libre) como dentro del aula de forma simultánea. Los investigadores hallaron, por ejemplo, que la contaminación por partículas de carbono elemental reducía en un 13% el crecimiento de la memoria de trabajo.

“La asociación observada fue consistente en mediciones cognitivas, aunque fue más evidente para la memoria de trabajo, buen indicador de los logros del aprendizaje. El deterioro de las funciones cognitivas tiene consecuencias para el rendimiento escolar. Por lo tanto, la reducción del desarrollo cognitivo de los niños que asisten a las escuelas con mayor contaminación del aire podría dar lugar a una situación de desventaja que debería tenerse en cuenta en el control de la calidad del aire”, concluye Sunyer.

Fuente: Creal