Seis propuestas que evitan envases de plástico de un solo uso, premiadas con dos millones de dólares
La Fundación Ellen MacArthur promueve la economía circular con soluciones inteligentes y tecnología avanzada, como las de estas seis ideas, galardonadas en la primera fase de los premios que la fundación convocó este mismo año.
Los plásticos se han convertido en ubicuos y en un gran peligro para la salud de los seres vivos de la Tierra, pero la demanda no deja de aumentar: la previsión es que su producción se duplique en los próximos 20 años. El mayor problema radica en que solo el 14% del plástico usado se recicla, lo que se traduce en una pérdida de 80-120 millones de dólares al año para la economía mundial, según informa la Fundación Ellen MacArthur.
Esta fundación promueve la economía circular como solución a este tipo de desafíos para el medio ambiente. Por ello, convocó un galardón muy especial en mayo de 2017, el New Plastics Economy Innovation Prize, que premia con dos millones de dólares a los diseñadores, científicos y emprendedores capaces de idear nuevos materiales, envases y sistemas circulares que sirvan para paliar la contaminación del plástico.
Y ya tenemos los primeros ganadores, al menos de la parte inicial de este galardón, el Circular Design Challenge. Los premios de la segunda parte -Circular Materials Challenge- serán anunciados en el Foro Económico Mundial en Davos en enero de 2018. Todas estas buenas ideas han sido premiadas por su inventiva y originalidad.
TrioCup, una taza-origami de cartón que no necesita tapa de plástico
Alrededor de 100.000 millones de tazas de café desechables se consumen cada año, a las que hay que añadir sus respectivas tapas de plástico. Normalmente ni unas ni otras se reciclan. TrioCup es una taza de papel desechable ideada con una técnica similar al origami: con aletas colgantes "como las orejas de un conejo" que pueden plegarse y se ajusta para cerrarla, lo que hace innecesaria la tapa de plástico. Tom Chan, el estudiante de ingeniería de Hong Kong que la ha diseñado, ha elegido un material 100% compostable y está trabajando en una alternativa que también sea 100% reciclable.
Cup Club, sistema de tazas de café retornables
De esos 100.000 millones de tazas de café desechables, 40.000 millones van a la basura en EEUU y Europa. Y del absurdo de ese despilfarro nace la idea del sistema Cup Club, con sede en Reino Unido, que introduce un servicio de suscripción de tazas reutilizables. Las tazas pueden dejarse en cualquier tienda que participe de esta iniciativa para que sea más cómodo que llevar la propia taza en el bolso arriba y abajo. E incorporan una etiqueta RFID de forma que su uso queda registrado, así Cup Club puede enviarte un aviso si has olvidado devolverla.
Evoware, envase de algas marinas que se come
Esta empresa diseña envases para alimentos realizado con un material a base de algas que se puede disolver sin dejar residuos y también comer. Es muy práctico para bolsitas de un solo uso y dosis individuales de café instantáneo, champú, salsas o suministros médicos, ya que el tamaño en estos productos es tan pequeño que las bolsitas y sobres de plástico suelen acabar en la basura, el mar o los ríos y no en los contenedores de reciclaje. Las algas marinas suponen una gran solución, pues son una materia prima orgánica y segura para el medio ambiente al ser biodegradable.
Delta, bolsita comestible o soluble en agua
Delta, otra de las ideas premiadas, es una mebrana flexible con la que se fabrican pequeños envases y bolsas para empresas de restauración. Estas elaboran sus salsas y las sirven en bolsitas comestibles y compostables. El restaurador también puede envasar condimentos que le llegan a granel y transportarlos de forma eficiente y económica hasta el punto de venta. Si el envase no se recicla, se compostará rápidamente sin dañar el medio natural. El material, como en la propuesta anterior, procede de algas marinas, que son grandes captadoras de CO2. "Delta es una evolución de nuestro producto anterior (Ooho!)", explica Rodrigo González, de Skipping Rocks Lab, en New Plastics Economy.org. "Originalmente nos inspiramos en la forma en que la naturaleza encapsula líquidos usando membranas, desde yemas de huevo hasta células o frutas".
Algramo, comprar solo la comida que se necesita en envases retornables
Algramo es una empresa chilena que vende productos en pequeñas cantidades y en envases reutilizables en una red de 1.200 tiendas. Es una gran ayuda en aquellos lugares donde las infraestructuras para el reciclaje son limitadas y, por ello, los envases pequeños, como sobres, a menudo terminan contaminando el medio ambiente. Ha desarrollado un sistema de dispensadores para pequeños volúmenes de productos líquidos a un bajo coste. Al comprar productos a granel en envases retornables se paga solo por el alimento, puesto que se ahorra en distribución, marketing y packaging.
Miwa, una app para comprar comida sin envases de un solo uso
MIWA, de la República Checa, ha desarrollado unos dispensadores inteligentes para alimentos a granel y una app que permite a los compradores solicitar y adquirir las cantidades exactas de lo que necesitan. El productor hace la entrega en estas cápsulas reutilizables y el cliente compra solo la cantidad que necesita en su propio envase o envases respetuoso con el medio ambiente.