Cómo rediseñar el futuro de la moda
Stella McCartney y Ellen MacArthur presentan el informe de la Nueva Economía Textil.
“Hay que rediseñar el futuro de la moda”, fue la proclama lanzada por Stella McCartney en el Museo Victoria & Albert de Londres. “Tenemos que encontrar soluciones para una industria que crea una cantidad ingente de residuos y que es muy dañina para el medio ambiente”.
Vestida de estiloso negro, la diseñadora británica ofició de madrina en la presentación del informe “Una nueva economía textil”, flanqueada (también de negro) por la ex campeona de vela e impulsora de la economía circular Ellen MacArthur, y como preámbulo a la exposición “Fashioned by Nature”, que aspira a vislumbrar el futuro “verde” de la segunda industria más contaminante del mundo.
El equivalente a un camión cargado con ropa acaba en los vertederos o en las incineradoras cada segundo. Tan solo el 1% de los tejidos es reciclado para hacer nuevas prendas. Más de 98 millones de toneladas de petróleo se consumen para la fabricación de ropa. Se estima que en el 2050 el sector textil puede ser responsable del 26% de las emisiones de CO2 si no se produce un cambio de rumbo…
“El modelo que estamos siguiendo es una receta para el desastre y está pasado de moda”, advirtió McCartney. “Y el informe que estamos presentando es una “hoja de ruta” para trabajar juntos por un mejor futuro para la industria y para el planeta. La innovación y la colaboración van a ser fundamentales, y también harán falta cambios legislativos e incentivos económicos para impulsar la transición hacia ese otro modelo”.
“La industria textil sigue funcionando con un sistema lineal totalmente desfasado y altamente cotaminante”, declaró por su parte Ellen MacArthur. “La nueva y ambiciosa visión está basada en los principios de la economía circular para evitar lo que hoy llamados “residuos” y reaprovechar al máximo los recursos”.
“Estamos ante un reto enorme que va obligar a la industria a adoptar un cambio sistémico, pero lo bueno es que todos vamos a salir ganando: la economía, la sociedad y el medio ambiente”, recalcó MacArthur. “Tan solo en el Reino Unido, el sistema actual de 'usar y tirar' tiene un coste anual equivalente a 82 millones de libras (94 millones de euros). No es difícil imaginar las oportunidades económicas que se abrirían en todo el mundo con un cambio de modelo”.
El informe “Una nueva economía textil” insta a la industria a hacer un uso mucho más consciente y efectivo de los recursos, a mejorar radicalmente la reciclabilidad de los tejidos, a invertir en nuevos tejidos a partir de matriales reciclados, a convertir la “durabilidad” de las prendas en algo atractivo, a promover sistemas de alquiler a corto plazo de ropa y a prohibir las sustancias que liberen microfibras en el medioambente.
El estudio incide también en “los múltiples impactos sociales negativos” de la industria de la moda, desde la explotación laboral a las condiciones de trabajo, pasando por la manipulación de sustancias peligrosas o por la contaminación causada a los acuíferos locales.
“Cuando se empezó a hablar la moda sostenible, la atención se centraba sobre todo en el origen de los tejidos”, reconoció Stella McCartney. “Ahora nos damos cuenta de que hay que ir mucho más allá, que la parte ambiental está muy ligada a la parte ética y social, y que en el fondo hay que rediseñar de principo a fin todo el proceso”.