El hielo en el Antártico ha caído en picado desde el 2014
Claire Parkinson, científica de la NASA, advierte de este peligro tras un estudio a partir de las observaciones por satélite desde 1979
El océano Antártico ha perdido en los últimos cinco años más hielo que el Ártico en las últimas tres décadas. A esa conclusión ha llegado la científica de la NASA Claire Parkinson, en un estudio a partir de las observaciones por satélite desde 1979 y publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.
La investigación confirma que hasta el 2014, y a pesar del cambio climático, se había producido un aumento de hasta un 4,6% de la superficie helada del Antártico, en contraste con la pérdida sistemática de hielo en el Ártico. El argumento de “hay más hielo que nunca rodeando la Antártida” usado por lo escépticos del clima parecía irrefutable.
El seguimiento de los satélites registra efectivamente un pico de 12,7 millones de kilómetros cuadrados de extensión media de la superficie helada del Antártico en el 2014. A partir de ahí se produce una caída en picado hasta los 10,7 millones en el 2017, con un ligero repunte en el 2018 y una nueva caída en los que llevamos del 2019.
“El descenso ha sido enorme y no sabemos si va a continuar”, declara a The Guardian a Claire Parkinson, del Goddaard Space Flight Center de la NASA. “Lo que hemos detectado hace que nos preguntemos por qué está sucediendo esto y si vamos a asistir a también a una aceleración similar en el Ártico. La única manera de saberlo es seguir midiendo”.
La investigación revela que la pérdida de hielo en el Antártico ha sido tres veces más rápida que la registrada en el Ártico en la última década. Hasta la fecha, la resistencia del hielo tanto en el océano que rodea la Antártida como en la superficie en tierra (recientemente se descubrió que el grosor medio de la capa helada del continente austral está entre 1,4 y 5,5 metros) ha sido uno de los grandes enigmas para los expertos en cambio climático.
Los fuertes vientos que rodean la Antártida (de hasta 300 kilómetros por hora) estaban considerados como su mejor defensa contra el aire caliente. Los científicos creen que el debilitamiento de los vientos, el fenómeno meteorológico conocido como El Niño y el agua proveniente del deshielo en tierra pueden estar contribuyendo al calentamientos del Antártico.
“Hasta ahora, el póster del cambio climático era el Ártico”, reconoce Claire Parkinson, que destaca el hecho de que por primera vez el hielo se está retirando simltáneamente y a gran velocidad en ambos hemisferios. “Todos los científicos pensábamos que el calentamiento acabaría llegando al Antártico… Esperamos que los datos analizados de los últimos 40 años sirvan a la comunidad científica para intentar explicar por qué ha procucido este descenso dramático desde el 2014”.