Bienvenidos a #Lovetopía

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Carlos Goga pone al día la “Ecotopía” de Ernest Callenbach y la trasplanta al Meditarráneo

#Lovetopía es un país dirigido por las mujeres que linda al este con el Mediterráneo, al norte con el corazón, al oeste con el idealismo y al sur con el Atlántico. El otro mundo posible ha ido tomando cuerpo en este largo jirón del Levante español y parte de Andalucía, desgajados del resto de la península por el seísmo político y social que siguió al 15-M.

Digamos que #Lovetopía se aisló durante años del resto del planeta y siguió su curso, a la busca del “nuevo mundo que llevamos en nuestro corazón” y que da paso a una sociedad radicalmente distinta. Allí caben desde el “sexo evolucionado” a la renta básica universal, pasando por la democracia real, por las energías renovables y por el cambio interior, acaso lo más fundamental.

A ese territorio ignoto llega en el 2033 un periodista, Rubén González, con la mirada fresca de un Gulliver del siglo XXI. Poco a poco van cayendo ante sus ojos los mitos que existen al otro lado y se va dejando seducir no solo por las mujeres “lovetopianas”, también por ese imaginario colectivo que ha dado forma a una manera muy diferente de vivir.

A caballo entre los dos mundos, Carlos Goga ha escrito #Lovetopía como un homenaje de todo corazón a Ernest Callenbach, el fallecido autor de Ecotopía (1974). Y ya puestos, como un guiño lejano a Tomás Moro y su legendaria Utopía, ahora que se cumplen 500 años.

“#Lovetopía es una visualización de cómo sería una sociedad moderna si apostáramos por una educación orientada hacia la felicidad, por una economía basada en el bien común y en la colaboración, y por una democracia real en la que la tecnología sirviera realmente para empoderar a los ciudadanos”, advierte Carlos Goga, ante la tesitura de explicar de un plumazo en qué consiste ese sueño colectivo, con el amor el primerísimo plano...

“Es extraño”, escribe Rubén González, el protagonista de #Lovetopía, en uno de sus primeros e insospechados “encuentros” con el otro sexo bajo los renovados efectos del Mediterráneo. “El rumor de que los “lovetopianos” eran muy liberados sexualmente siempre llegaba con fantasías sobre pasarse el día follando, lisa y llanamente. Pero ahora descubro que han adoptado tradiciones sexuales diferentes, sagradas incluso. El sexo tiene unas dimensiones de intimidad y placer desconocidas para mí (…) Ahora es como subir pausadamente una hermosa montaña, en dirección a la cumbre”.

Rubén González aprende de entrada que la aventura más apasionante es el “viaje interior”, y desde esa nueva perspectiva abre los ojos al nuevo mundo, con anfitrionas como Nazaret o Lorena, que le rompen todos los esquemas…

“Acércate al concepto de amor como verbo, como acción. Amar supone conocer, cuidar, respetar y responsabilizarse. Es una secuencia fácil (…) El acto de amar incluye palabras de elogio y reconocimiento. Incluye regalar de manera incondicional. Y ofrece momentos de presencia absoluta, donde solo existe el momento presente con el ser amado, ni antes ni después. ¿Me sigues hasta aquí?”.

#Lovetopía no es el mundo perfecto: “No podemos, ni de lejos, comparar sus logros con los nuestros…”. Rubén no tardará en descubrir también su lado “oscuro”, ni en reconocer el desafío que serían la “apertura emocional”, la “descentralización extrema” o la “simplicidad” en una sociedad consumista como la nuestra. Pero hay un elemento que aprecia por encima de todos: “#Lovetopía es un país donde las personas aman lo que hacen”.

Pongamos que Carlos Goga nació en un año mítico (1968), en un lugar del Meditarráneo y en una familia de “empresarios humildes” que le fueron marcando el camino como “emprendedor de prestigio”. Tras subir enteros en el mundo corporativo, el joven rebelde que llevaba dentro le hizo parar en seco: “Tenía todo lo que se supone que tenía que tener antes de cumplir los cuarenta, pero me sentía vacío y empecé a provocar el cambio, sin saber muy bien hacia dónde iba”.

El Camino de Santiago le hizo definitivamente cambiar de marcha y seguir el sueño forjado (y aplazado) desde su estancia en San Francisco: traducir Ecotopía, de Ernest Callenbach, que imaginó un país utópico formado por California, Oregón y Washington y volcado hacia los principios ecológicos tomaron cuerpo en los años setenta.

No tardó en descubrir que el libro estaba ya traducido (aunque descatalogado), de modo que al final decidió embarcarse en una aventura más apasionante: trasplantar la utopía al Mediterráneo y ponerla al día, con un giro emocional, social y tecnológico, sin descuidar por supuesto lo ecológico y lo económico, que van por fin de la mano.

La elección geográfica tiene fácil explicación: “Soy valenciano y un enamorado del Mediterráneo”. Cataluña se quedó fuera para evitar confusiones con la cuestión nacionalista. Se supone que #Lovetopía logra su independencia por cuestiones que van más allá y que apelan a lo más fundamental…

“¿Es #Lovetopía una ilusión, un estado salvaje o destello de lo que quizás podemos ser?”, se pregunta el propio Carlos Goga, que pone a bailar juntas todas las tendencias que han ido tomando cuerpo en esta última década de profunda crisis a todos los niveles. Su segunda vida como escritor nació precisamente de una crisis personal y dio pie a dos libros –Mi caminar: recuerdos de peregrino y Mi caminar: pasos de libertad- en los que fue fraguando su visión de #Lovetopía, que está pidiendo a gritos una secuela, fechada en el 2050 y escrita por una mujer (probablemente la hija de su “alter ego”, Rubén González).

Entre tanto, Carlos sueña con ir ensanchando su comunidad de “lovetopianos” y seguir trabajando, en su doble vertiendo de buscador e innovador, por lo que él mismo llama “Economías desde el corazón”, donde se den finalmente la mano todas las alternativas que están surgiendo a esta otra economía al borde del infarto con la que seguimos funcionando mal aquí, al otro lado de #Lovetopía.

Carta a los lovetopianos
Por Carlos Goga

Querido/a lector/a,
El amanecer de Lovetopía no será rápido ni fácil, sino más bien lo contrario, nos demandará buenas dosis de paciencia y elaboración. Tan así lo veo que mis proyectos entorno a #lovetopía simplemente han arrancado.
Pronto veremos una versión más corta de #lovetopía, a modo de 3ra. Edición, que recogerá los textos del diario íntimo del personaje, aligerando su lectura y facilitando el acercamiento a Lovetopía.
Además, mi intención como autor incluye escribir #lovetopía 2050, una segunda parte de la novela en la que ofrecer los puntos de vista de la mujer y su camino de descubrimiento personal al tiempo que evolucionan las instituciones, la tecnología y la sociedad lovetopiana. Para este proyecto busco de la colaboración de una amiga mujer que sepa escribir o, al menos, que se abra a compartir sus sentires de cambio más íntimos para que yo los pueda recoger desde su testimonio.
De igual manera, persigo profundizar con una narrativa diferente en la economía lovetopiana, ese conglomerado de alternativas económicas que podríamos denominar la #loveconomy, y en la manera de ser y emprender lovetopianas, una propuesta de ser y de hacer alineada con el corazón a la que me refiero indistintamente como #loveinside o #loveinaction.
Quizás en algún momento se consolide alguna de las conversaciones abiertas para llevar #lovetopía a la pantalla, tanto cine como TV, y así abrir los conceptos y las maneras lovetopianas a quienes están más abiertos a propuestas audiovisuales.
Por el camino, y esto espero que ocurra más pronto que tarde, pondré en marcha la Fundación de Lovetopía, una entidad jurídica sin ánimo de lucro que se nutra de las rentas y los derechos económicos de todo lo vinculado a #lovetopía y los revierta en la sociedad apoyando iniciativas educativas y tecnológicas que nos acerquen a la manera lovetopiana de hacer y sentir.
Como ves, muchas maneras de caminar en la dirección del amor y de la vida. ¡Ojalá triunfen las intenciones del corazón y nos permitan nuevos cruces de caminos!
Más información: blog.carlosgoga.com y lovetopia.org