Así se hace la tintura madre de cualquier planta
Una de las maneras más tradicionales y eficaces de aprovechar las propiedades de las plantas medicinales es mediante las tinturas madres.
En los paseos por el campo podemos recoger respetuosamente las plantas medicinales que se hallen en abundancia. Con una cantidad modesta se obtiene tintura suficiente para dos o tres años. También podemos elaborarla con las plantas que cultivemos en el jardín o en macetas. Las tinturas se preparan con alcohol, que tiene la capacidad de extraer los principios activos y además conserva. Frente a otras preparaciones, como los comprimidos o las cápsulas, las tinturas conservan los aceites esenciales y proporcionan el aroma y el sabor característicos de las plantas.
¿Qué es la tintura madre?
La tintura madre es un extracto líquido o solución de los principios activos que contiene una planta medicinal. Se puede utilizar cualquier parte de la planta, como las flores, las hojas o la raíz. La tintura madre se prepara a través de un proceso en el que se extraen los componentes solubles y activos de la planta con la ayuda de un disolvente adecuado, como el alcohol y el agua destilada.
Las tinturas madres tienen muchos usos por sus propiedades para la salud y el bienestar. No obstante, no son remedios milagrosas. Cualquier tratamiento debe ser prescrito por un profesional de la medicina.
Método básico para elaborar tintura madre
Para hacer una tintura madre, se necesitan pocos ingredientes, como la planta medicinal, alcohol y un frasco de vidrio.
El método casero más empleado consiste en macerar la planta en alcohol etílico, generalmente de 86 grados, y realizar después el prensado. Existen procedimientos más elaborados dentro de la medicina antroposófica y la espagírica (basada en antiguos métodos alquímicos), que tienen en cuenta los ritmos astronómicos al recoger la planta y efectuar cada una de las operaciones. En el caso de la espagiria, se incorporan elementos sólidos que se habían separado durante la elaboración (espagiria significa “separar y unir”).
El alcohol etílico para uso interno se consigue en farmacias, donde se puede pedir que lo preparen con la graduación adecuada. Cuidado, no se trata del alcohol desnaturalizado que se utiliza como desinfectante, ya que se le añaden aditivos de sabor desagradable para que no sea usado como bebida.
Para realizar tinturas de plantas resinosas, como la mirra, el eucalipto o la canela, son apropiadas graduaciones de 70 a 80. En cambio, las menos resinosas como la albahaca y el orégano, se realizan con alcohol de 60 a 70 grados. Si disponemos de alcohol de 96 grados, podemos mezclarlo con agua destilada para obtener las graduaciones finales que nos interesen, según las siguientes proporciones:
• 60 grados: 620 cc de alcohol por 450 cc de agua.
• 70 grados: 680 cc de alcochol por 325 cc de agua.
• 80 grados: 780 cc de alcohol por 200 cc de agua.
Las relaciones entre alcohol y planta suelen ser de un litro por cada 100 g de hojas secas o 250 g de hojas frescas. Hay que tener en cuenta que si se emplean hojas frescas la graduación de la tintura se reduce en unos 15-20 grados.
En las fórmulas tradicionales se utilizaba como disolvente vozka.
El prensado se puede efectuar con una prensa de vino pequeña, pero si no se dispone de una, se puede recurrir al prensado a mano o a la licuadora, en el caso de que se desee obtener el zumo de la planta fresca para luego mezclarlo con el alcohol.
Preparación de la tintura paso a paso
- Prepara las partes de la planta: Lávalas y sécales bien. Luego pícalas uniformemente para que las piezas no superen un centímetro.
- Prepara la tintura: Introduce la planta picada en un tarro con tapa de rosca, presiona ligeramente y rellena con alcohol hasta cubrirlo todo. Las plantas secas absorberán el líquido y luego deberán rellenarse con alcohol fresco para cubrirlas de nuevo.
- Madurar la tintura: Cierra el frasco con la mezcla y déjalo a temperatura ambiente durante cuatro semanas. Agita el frasco suavemente cada dos días para que los ingredientes activos se disuelvan mejor y evitar el crecimiento de moho. La tintura debe estar en un lugar sombreado. Una excepción son algunas recetas tradicionales de remedios populares, como la tintura de hierba de San Juan, que tradicionalmente madura al sol.
- Guardar la tintura: Vierte la tintura madurada a través de un filtro de café o un paño fino y recógela en una botella de vidrio ámbar. Etiqueta la botella y guárdala en un lugar oscuro.
Las tinturas caseras se pueden usar fácilmente durante dos años si se almacenan adecuadamente. Es poco probable que se echen a perder debido al alto contenido de alcohol, pero el efecto puede disminuir con el tiempo debido a los procesos de degradación.
Diversas tinturas e indicaciones
En principio, las tinturas listas para usar contienen una gran parte de los ingredientes activos de sus plantas originales en forma concentrada. A continuación encontrarás algunas ideas de posibles ingredientes y los respectivos usos de las tinturas.
- La tintura de margarita ayuda contra la piel impura, los puntos negros y el acné. Se aplica con una almohadilla cosmética o una bola de algodón y tiene un efecto clarificante y antiinflamatorio.
- Las típicas hierbas frías como la menta, el tomillo, la salvia, la manzanilla o la flor de saúco son ideales para las pastillas para la tos.
- La tintura de castaña ayuda con problemas de la piel como acné, eccemas y heridas, sirve como base para el gel casero para venas, fortalece los vasos sanguíneos, favorece la circulación y alivia las varices. También se utiliza en el reumatismo, dolor en las articulaciones y hemorroides.
- La tintura de trébol dulce estimula la circulación sanguínea y alivia las piernas pesadas, los calambres en las pantorrillas y las migrañas.
- La tintura de equinácea fortalece el sistema inmunológico y se toma para prevenir los resfriados y como medida inmediata ante el primer signo de enfermedad.
- La tintura de jengibre es eficaz contra los dolores de cabeza, las náuseas y los resfriados.
- La tintura de raíz de diente de león fortalece el espíritu, limpia las articulaciones y desintoxica el hígado.
- La tintura con cola de caballo promete alivio de la cistitis, el acné y la celulitis.
- La tintura de milenrama alivia los cólicos menstruales, las molestias gastrointestinales y los problemas circulatorios.
- La tintura de trébol rojo es una ayuda natural para el dolor menstrual. La tintura de lavanda actúa contra los problemas de sueño, la inquietud y las migrañas.
- La tintura de caléndula trata la inflamación de la piel y las membranas mucosas, así como las náuseas y los problemas digestivos.
Cómo se hace la tintura de salvia
En primer lugar es necesario recoger las hojas de salvia (Salvia officinalis), aproximadamente unos 250 g. Si lo hacemos en el campo, observaremos que la planta no haya estado expuesta a los humos del tráfico de carretera o a los plaguicidas de los campos de cultivo. Puede encontrarse en laderas rocosas y en terrenos secos y soleados. La cosecha se realiza en primavera y principios del verano. Según la tradición, los mejores momentos son durante la luna nueva o el día antes del solsticio de verano. Deben tomarse las hojas jóvenes, antes de que la planta florezca.
Las hojas se trocean finamente sobre una superficie de madera, preferiblemente con un cuchillo cerámico, y se colocan en un recipiente de cristal de boca ancha y tapa de rosca para cubrirlas holgadamente con alcohol de 70 grados (un litro aproximadamente). Se cierra el recipiente y se guarda en un lugar oscuro y fresco durante dos semanas. Conviene agitarlo diariamente.
Una vez cumplido el plazo, se pasa por un filtro de café o una tela fina de algodón o lino. Los restos retenidos se pueden exprimir fuertemente con las manos. Como recipiente final, se utiliza una botella de cristal marrón (o varios frasquitos con tapa gotero como los que se encuentran en las farmacias).
En las botellas hay que pegar una etiqueta donde conste el nombre de la planta y la fecha de elaboración. Aunque el alcohol es un excelente conservante, no es conveniente consumir la tintura después de tres años.
Para tomar la tintura de salvia se disuelven de 5 a 10 gotas en dos dedos de agua y se administra tres veces al día. Con esta disolución se pueden hacer gárgaras para tratar la afonía. Otras indicaciones, por vía interna, son las inflamaciones orales, los sofocos, los sudores nocturnos y las molestias digestivas. Las embarazadas y las madres lactantes no deben tomarla.
Dosis y tratamientos
Aunque la tintura sea de factura doméstica sigue siendo una potente medicina. Por tanto, se deben consultar las posibles contraindicaciones con medicamentos que se estén tomando, tomar siempre la dosis adecuada y no mantener el tratamiento más de lo necesario. Consultar con el médico naturista o, al menos, con una buena guía de plantas resulta imprescindible.
Respecto a la dosis, lo normal es tomar tres veces al día de 3 a 25 gotas en un poco de agua, media hora antes de las comidas o una hora después. En cuanto a la duración, cuando las tinturas se emplean ante afecciones crónicas, no hay que prolongar el tratamiento más de tres meses. Luego, conviene hacer una pausa de un mínimo de tres semanas, permaneciendo atento a las reacciones del cuerpo. En las alteraciones agudas, como la tos de un resfriado, se deben tomar los remedios hasta que hayan desaparecido los síntomas.
Indicaciones comunes
• Problemas de riñón y de vejiga: hojas de abedul, cola de caballo, hoja de fresno, vara de oro y ortiga.
• Alteraciones del sueño y nerviosas: avena, valeriana, pasiflora, melisa y lavanda.
• Dificultades digestivas: melisa, lavanda, salvia y alcachofera.
• Alteraciones cardiovasculares: pasiflora y romero.
• Artritis: hoja de fresno, hoja de abedul, ortiga, romero y hoja de grosellera negra.
• Enfermedades del hígado y la vesícula: diente de león, cardo mariano y hojas de alcachofera.
• Molestias menstruales: manzanillla, menta, milenrama y hoja de grosellera negra.