Crema de invierno para proteger manos y cara
En invierno nuestra piel sufre las inclemencias de la meteorolgía. Lo mejor es protegerla con productos elaborados por nosotros mismos, totalmente libres de ingredientes nocivos.
En las estaciones frías nuestra piel necesita un cuidado especial. Una crema que combata la climatología adversa puede hacer auténticos milagros. Con unas cuantos procedimientos es muy sencillo elaborar uno mismo esta crema.
Para ello se precisan:
• 35 ml de aceite de almendras dulces
• 10 ml de aceite de hipérico
• 5 g de cera de abejas
• 1 cucharada de flores de caléndula frescas o secas (opcional)
La proporción de aceite y cera es fundamental para la correcta consistencia posterior. Cuanto más cera de abejas, más espesa y firme la crema. La proporción de esta receta es de 9:1 (aceite frente a cera de abejas) que llevará a una consistencia más bien untuosa.
Preparación:
Se ponen en una olla el aceite de almendras, el de hipérico, las caléndulas y la cera de abejas y se calienta todo. Es importante que el aceite no se caliente demasiado porque puede freír las flores y estropear sus valiosos principios activos.
En cuanto la cera se haya fundido, se deja la olla en el fuego 10 minutos con el calor mínimo. Después se dejara reposar la mezcla durante toda la noche y al día siguiente se vuelve a calentar y se filtra la mezcla y se coloca en un tarro. Si la crema se remueve mientras se enfría será algo más blanda en su estado solidificado.
Esta crema tiene una caducidad de al menos seis meses y está especialmente indicada para el cuidado facial y de las manos.