Amnistía Internacional denuncia el uso desproporcionado de la fuerza en manifestaciones

Golpes, patadas, uso de gases lacrimógenos y proyectiles de goma... Recientemente, han sido muchos los casos en que los cuerpos policiales han hecho un uso excesivo de la fuerza frente a personas que se manifestaban pacíficamente contra las medidas de austeridad aprobadas en países de la Unión Europea.

A través de relatos personales procedentes de Grecia, España y Rumanía, en su informe Actuación policial en las manifestaciones en la Unión Europea, Amnistía Internacional denuncia los excesos policiales cometidos contra manifestantes y periodistas, las detenciones arbitrarias y la obstrucción del acceso a la asistencia médica.

“Sí, la policía es responsable de proteger la seguridad y el orden públicos. Pero también tiene la obligación de garantizar que todas las personas que residen en su territorio pueden ejercer el derecho de reunión pacífica”, señala Fotis Filippou, coordinador regional de campañas de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central. Filippou recordó que “los gobiernos deben dejar claro y reiterar que los agentes de policía no pueden recurrir a la fuerza si no es estrictamente necesario. Deben aprobar directrices estrictas sobre el uso de material antidisturbios potencialmente letal, como pulverizadores de pimienta y gas lacrimógeno, cañones de agua y balas de goma.”

Ciberacciones en Grecia y España

Amnistía Internacional ha puesto en marcha dos ciberacciones a través de www.actuaconamnistia.org. La primera dirigida al Gobierno griego, en la que se pide una investigación efectiva e imparcial sobre el caso del periodista Manolis Kypreos, herido en una manifestación en junio de 2011. La segunda dirigida al Ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, al que se le pide que se tomen medidas efectivas para acabar con la impunidad ante el uso excesivo de la fuerza por parte de algunos miembros de las fuerzas de seguridad.

Cómo debe ser la actuación policial

Amnistía enumera una serie de puntos que deben tener en cuenta las fuerzas policiales durante la celebración de manifestaciones. Solicita por ejemplo que la actuación policial en las manifestaciones facilite la celebración pacífica, protegiendo a los participantes de individuos o grupos violentos. Además, recomienda a los cuerpos del estado que entablen comunicación con los organizadores y manifestantes antes de la operación y durante su transcurso y que protejan a las personas que no participan en la protesta. El uso de la fuerza debe limitarse a los momentos en que los medios pacíficos o menos violentos hayan fracasado y su aplicación será siempre legítima y proporcional al problema que se deba paliar.