"Los psiquiatras contribuimos a la creencia de que el malestar emocional se maneja mejor utilizando fármacos"
"El mercado el de los psicofármacos es uno de los más productivos"
"La atención a la salud mental está hoy en un momento de crisis profunda"
Alberto Fernández Liria es psiquiatra, ha estado involucrado en los movimientos de transformación de la asistencia psiquiátrica desde 1980, orientando a ello su actividad en los servicios públicos de salud mental y ha colaborado en programas de acción internacional sobre la salud mental en distintos países.
Usted habla de psiquiatría y salud mental
Sí. Utilizo los dos términos para referirme a las disciplinas que se han ocupado de la atención de la salud mental de la población y a quienes la pierden. Es una tarea en la que participan profesionales con titulaciones y formación diferente que, además, han sido diferentes a lo largo de la historia.
¿Por qué pararse ahora a reflexionar sobre la historia de la psiquiatría?
Porque la atención a la salud mental está hoy en un momento de crisis profunda. Los conceptos de los que nos hemos servido para explicar nuestro trabajo en los últimos años no pueden seguir sosteniéndose a la luz de los nuevos datos. Las prácticas que hemos estado desarrollando están siendo objeto de críticas profundas y deben cambiar radicalmente. Para afrontar esa crisis es necesario entender cómo hemos llegado a ella, aprender de la experiencia, para no repetirla, para avanzar…
¿Cómo ha cambiado la psiquiatría a lo largo de la historia?
La psiquiatría es una disciplina que ha experimentado enormes cambios desde sus orígenes. Los hospitales psiquiátricos surgen en Europa en el siglo XV con las primeras aglomeraciones urbanas para retirar de la convivencia a personas con comportamientos que en las sociedades rurales podían ser manejados de otro modo. En un principio los hospitales eran instituciones de caridad que generalmente dependían de la Iglesia. La psiquiatría nace durante la Ilustración. En esta época las personas con trastornos mentales eran sometidas a una exclusión que necesitaba ser justificada. Para ello se redefinió la función de la institución y los médicos se hicieron cargo de hospitales que llevaban siglos funcionando sin ellos. Los médicos aportan a ese espacio preconstruido del manicomio la idea de que las personas están allí recluidas porque padecen enfermedades y que la función de la institución es contribuir a curarlas.
Freud definía la salud como la capacidad de amar y trabajar
¿Y no fue así?
En realidad no. A mediados del siglo XX era ya evidente que el manicomio no solo no era un instrumento útil de sanación, sino que muchos de los problemas que se le atribuían a la locura se debían a un efecto nocivo de esta institución. Y la idea de que lo que sufría el loco podía explicarse por la presencia de una enfermedad -una enfermedad del cerebro- nunca pasó de ser una hipótesis.
Pero la psiquiatría no es solo la psiquiatría del manicomio…
Desde luego que no. La tesis de mi libro es que la psiquiatría se ha ido conformando para responder a diferentes encargos que la sociedad cambiante le ha hecho. En el siglo XX, la mano de obra pasa a ser más cualificada y las organizaciones de los trabajadores no aceptan que la pérdida de la salud suponga el fin del trabajador y su familia, es entonces cuando a la psiquiatría se le atribuirá la función de restaurar la capacidad de trabajar a quienes la pierden por motivos de salud mental. Freud definía la salud como la capacidad de amar y trabajar. Esto supuso un gran cambio no solo en el tipo de actuación, sino también en la forma de entender la salud mental y su pérdida por parte de los profesionales de la salud mental. En función de este encargo los profesionales de la salud mental se han dedicado a aplicar pretendidos remedios de sanación (farmacológicos o psicoterapéuticos) a personas que perdían la capacidad de trabajar para ponerlos en condiciones de volver a hacerlo.
Los profesionales de la salud mental contribuimos a la creencia de que el malestar emocional se maneja mejor utilizando fármacos
¿Explica esto el gran crecimiento del uso de psicofármacos en nuestras sociedades?
Sólo en su inicio. Para entender el alcance no sólo del uso de fármacos sino también de otros remedios (de la psicoterapia a la meditación) y de las cosas que se atribuyen a las alteraciones de la salud mental es necesario considerar lo que llamo el tercer encargo: el de hacer crecer un mercado el de los psicofármacos que ha dado lugar a uno de los sectores industriales más productivos de nuestra época. Para que esto suceda ha hecho falta que los profesionales de la salud mental contribuyamos a la creencia de que el malestar emocional se maneja mejor utilizando fármacos o recurriendo a algún tipo de expertos.
Barcelona, Mayo de 2018
Brcomunicación
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