Los micronutrientes más importantes para el corazón
La salud de tu corazón depende de muchos factores, entre ellos cuatro micronutrientes fundamentales para mantenerlo en forma. ¡Descúbrelos!
Hay micronutrientes que son esenciales para tu corazón y deben estar presentes en el torrente sanguíneo regularmente. Se trata del magnesio, los ácidos grasos omega-3, la vitamina D y la coenzyma Q10. Estos cuatro “magníficos” no sólo procuran que haya un circulación estable y un fluir libre de la sangre, sino que garantizan además un trabajo muscular fuerte y una óptima protección celular.
Magnesio
El magnesio estabiliza la tensión arterial, mitiga los trastornos del ritmo cardíaco y aumenta su rendimiento. Como persona sana necesitas entre 400 y 900 mg/día. Si bien hay muchos preparados de magnesio en el mercado, es preferible que apuestes por compuestos orgánicos como el citrato de magnesio, ya que tiene una biodisponibilidad más alta, una buena solubilidad y no dependen del ácido clorhídrico del estómago.
Ácidos grasos omega-3
Estos ácidos ayudan a que las plaquetas no se aglutinen, también colaboran con el ensanchamiento de los vasos y reducen las inflamaciones (sobre todo la inflamación silenciosa). Dependiendo del grado de déficit deberías tomar diariamente entre 2 y 4 g.
Vitamina D3
También se encarga de la regularidad de la tensión arterial y de la elasticidad de los vasos. Para alcanzar el nivel óptimo de 40-60 ng/mL, de acuerdo con las recomendaciones del Vitamin D Council, se necesita una ingesta diaria de 70-80 UI/kg de peso. Un adulto de 70 kg requeriría una dosis de 5.200 UI/día.
Tradicionalmente se han recomendado suplementaciones de entre 400 y 800 UI, pero son insuficientes. Hay entre los facultativos un temor a la intoxicación, pero hoy se sabe que las dosis para que se produzca deben ser muy grandes, algo que solo puede ocurrir accidentalmente.
Coenzyma Q10
También se conoce con el nombre de ubiquinona-10. Se considera un proveedor de energía para las mitocondrias. Un déficit suele notarse en los órganos que consumen mucha energía como el cerebro, el hígado, los pulmones y los músculos (sobre todo el músculo cardíaco).
A lo largo de la vida la producción propia de Q10 se vuelve más lenta. Las estatinas que se toman para disminunir los niveles de grasa también bloquean el camino de la síntesis de Q10. De esta manera se va desarrollando lentamente un déficit. Hay estudios que han demostrado que una ingesta de 100 mg de Q10 por día durante más de 3 meses ayudan claramente a mejorar la función cardíaca.