La carne roja es un riesgo para el corazón

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Si solo renunciaras a una cosa para gozar de más salud y tener menos riesgo de sufrir una enfermedad grave, como un infarto cardiaco o cáncer, debería ser la carne roja.

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La relación entre la carne roja y el cáncer ya ha sido señalada por la Organización Mundial de la Salud. Ahora, un estudio reciente concluye que comer carne roja puede ser perjudicial para el corazón al cambiar el tamaño, la forma y la función del músculo cardíaco. Es el estudio más definitivo hasta el momento que muestra que una dieta alta en carne roja aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, no solo al elevar el colesterol u otros cofactores que aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca de por vida, sino al cambiar el corazón mismo.

El estudio, realizado con datos de casi 20.000 personas en Inglaterra, es solo el último que confirma que la carne roja es mala para la salud y esta vez lo han probado mediante la observación de su efecto sobre áreas del corazón como el ventrículo, que son indicadores clave de su buen o mal estado.

En estudios previos sobre la carne roja, se relacionó con enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y cáncer, y la Organización Mundial de la Salud clasificó las carnes rojas y procesadas como carcinógenos de clase 1, la misma clasificación que se le da al tabaquismo. Otras nvestigaciones llevadas a cabo durante las últimas décadas han confirmado que una dieta rica en grasas saturadas, del tipo que se encuentra en la carne roja, es un factor de riesgo de colesterol alto, enfermedades cardíacas y presión arterial alta.

La carne modfica el tamaño y la forma del corazón

"Estudios anteriores han demostrado vínculos entre un mayor consumo de carne roja y un mayor riesgo de ataques cardíacos o muerte por enfermedad cardíaca", dijo la autora del estudio, la Dra. Zahra Raisi-Estabragh, de la Universidad Queen Mary de Londres. “Por primera vez, examinamos las relaciones entre el consumo de carne e imágenes del corazón, obtenidas mediante resonancia magnética. Esto puede ayudarnos a comprender los mecanismos subyacentes a las conexiones observadas anteriormente con [la carne roja y] las enfermedades cardiovasculares”.

Los investigadores examinaron las asociaciones de la ingesta de carne roja y procesada con la anatomía y función del corazón. Se observaron tres tipos de medidas cardíacas: resonancia magnética de la función cardíaca, como el volumen de los ventrículos, y medidas de la función de bombeo. En segundo lugar, imágenes que mostraban la forma y la textura del corazón, las cuales pueden indicar la salud del músculo cardíaco. En tercer lugar, la elasticidad de los vasos sanguíneos ya que las arterias elásticas son más saludables.

Los datos se ajustaron por factores que podrían influir en la salud del corazón, como la edad, el sexo, el tabaquismo, el alcohol, el ejercicio, la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el índice de masa corporal.

Los investigadores encontraron que una mayor ingesta de carne roja y procesada se asoció con un peor funcionamiento del corazón en todas las medidas estudiadas. Específicamente, las personas que consumían más carne tenían ventrículos más pequeños, una función cardíaca más deficiente y arterias más rígidas, lo que empeora la salud cardiovascular, según los autores.

Luego, los investigadores compararon estos resultados con individuos que comían pescado azul con regularidad y descubrieron que a medida que aumentaba la cantidad de consumo de pescado azul, las arterias eran más elásticas y la función cardíaca mejoraba.

"Los hallazgos respaldan las observaciones anteriores que vinculan el consumo de carne roja y procesada con la enfermedad cardíaca y brindan información única sobre los vínculos con la estructura y función del corazón y los vasos sanguíneos", dijo la Dra. Raisi-Estabragh.

Otros factores, como el colesterol alto, podrían ser la razón del vínculo entre la carne y las enfermedades cardíacas, agregó la Dra. Raisi-Estabragh. “Es posible que una mayor ingesta de carne roja lleve a un aumento del colesterol en la sangre y esto, a su vez, provoque enfermedades del corazón. Nuestro estudio sugiere que estos cuatro factores juegan un papel en los vínculos entre el consumo de carne y la salud del corazón, pero no son la historia completa".

El hecho de que la carne roja pueda dañar el corazón directamente es un hallazgo importante, ya que la mayor parte de la evidencia previa se había centrado en el papel del colesterol en la obstrucción de las arterias. “Existe alguna evidencia de que la carne roja altera el microbioma intestinal, lo que conduce a niveles más altos de ciertos metabolitos en la sangre, que a su vez se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca”, dijo la Dra. Raisi-Estabragh. “Este fue un estudio observacional y no se puede asumir la causalidad. Pero, en general, parece sensato limitar el consumo de carnes rojas y procesadas por motivos de salud cardiaca”.

Se conocen tres formas en que la carne roja afecta la salud cardiovascular:

  1. Eleva los niveles de colesterol LDL, o el llamado colesterol "malo", lo que genera placa y obstrucciones en las arterias. Esto es causado por la grasa saturada en la carne, que eleva los lípidos en la sangre y conduce a un colesterol alto.
  2. Cambia el microbioma intestinal. Cuando se come más carne roja, crecen las bacterias dañinas y hace que el cuerpo aumente la liberación de TMAO (óxido de trimetilamina), que conduce al endurecimiento de las arterias.
  3. Aumenta el sodio en la dieta: la carne a menudo se procesa con sodio, especialmente las carnes como el pepperoni, el jamón y otros embutidos, que elevan la presión arterial y requieren que el corazón trabaje más para hacer circular la sangre al cuerpo.

Estos tres factores están relacionados con las enfermedades cardiovasculares. Comer habitualmente un bistec, una hamburguesa o un sándwich de jamón aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas en un 18 por ciento.

Pero el otro estudio que analizó las imágenes del corazón fue único, ya que registró un efecto directo en el tamaño, la forma y la función de bombeo del corazón y no solo en las condiciones relacionadas mencionadas anteriormente.

Nunca es demasiado pronto para empezar una dieta vegetal

Las enfermedades del corazón tardan años e incluso décadas en aparecer, por lo que evitar la carne a una edad temprana es una opción inteligente, especialmente en lo que respecta a la salud del corazón. Una dieta basada en plantas reduce el riesgo de enfermedad cardíaca 30 años después.

Muchas personas todavía creen que necesitan carne roja para conseguir las proteínas que necesitan. Pero lo cierto es que la mayoría de los españoles consumen casi el doble de proteínas de las que necesitan. Un adulto sedentario medio necesita 0,8 gramos de proteína por kg de peso corporal.

Por ejemplo, una persona que pesa 75 kg debe consumir 60 gramos de proteína al día. La cantidad recomendada puede aumentar en las personas mayores o en las que hacen deporte con intensidad, porque la proteína es necesaria para reparar las fibras musculares. Pero comer demasiada proteína o cualquier otro macronutriente está asociado con la obesidad y la inflamación, así como con enfermedades del corazón.

La proteína derivada de fuentes vegetales es más saludable. Las proteínas se pueden conseguir de las legumbres: productos derivados de la soja, como el tofu, lentejas, garbanzos, alubias, etc. Los frutos secos, semillas y cereales completan los requerimien

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