¿Hay soluciones tecnológicas al calentamiento del planeta?

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En Islandia ha empezado a funcionar una planta que extrae CO2 de la atmósfera y lo entierra. Empresas como Microsoft ya se han apuntado a la idea.

En Islandia ya está funcionando una planta que es capaz de absorber el CO2 de la atmósfera y enterrarlo debajo de la tierra, donde se convierte en rocas inofensivas. Esta planta se llama Orca y vende sus servicios e empresas como Microsoft o Shopify para compensar sus emisiones de carbono y ayudarles a ser neutras. ¿Pero es esta la mejor solución?

La instalación, que se denomina Orca, se encuentra a media hora de Reykjavik entre colinas verdes y onduladasy consta de 8 módulos de acero, similares a contenedores, dotados de ventiladores y filtros que atrapan las moléculas de dióxido de carbono que se encuentran en el aire. Luego el CO2 se mezcla con agua y se bombea a gran profundidad, donde reacciona con el basalto y se convierte en piedra en unos dos años. La energía neceesaria para el proceso procede de una planta de energía geotérmica, por tanto, es limpia y renovable.

Los propietarios de Orca, las empresas Climeworks y Carbfix, afirman que puede capturar y almacenar hasta 4.000 toneladas métricas de CO2 por año. Sin embargo, el precio es elevado. Las personas particulares pueden pagar entre 8 y 55 dólares al mes para eliminar de 85 a 600 kg de CO2 de la atmósfera al año.

La cantidad de carbono que puede eliminar una planta como Orca no es todavía relevante para el planeta. Para cumplir con el Acuerdo de Parés haría falta eliminar entre 1,5 y 15 millones de toneladas al año. Es decir, harían falta unas 3.750 plantas como Orca funcionando a pleno rendimiento.

Microsoft se ha apuntado a la idea y ha contratado la eliminación de 1.400 toneladas métricas de CO2. Poco en comparación con Shopify, que ya ha contratado 5.000 toneladas métricas. Y la aseguradora Swiss Re hapagado 10 millones de dólares para eliminar carbono durante los próximos 10 años. Los propietarios prevén construir en los próximos dos o tres años una planta 10 veces más grande.

Las soluciones tecnológicas pueden ayudar, pero obviamente no pueden convertirse en una coartada para que continúen las actividades emisoras de CO2, sobre todo las relacionadas con la combustión de combustibles fósiles. Simplemente no tien sentido extraer el carbón, el petróleo o el gas para acabar insuflando el CO2 de nuevo en la tierra, habiendo dejado por el camino compuestos y gases contaminantes.

• Con información de Grist