Exfoliantes naturales para regenerar la piel

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Los peelings convencionales contienen ingredientes plásticos que son un riesgo para la salud y para el planeta. 

Es sencillo elaborar exfoliantes caseros con ingredientes completamente naturales y sanos. 

La exfoliación es un cuidado que libera la piel de células muertas que podrían taponar los po­ros y favorecer la aparición de granos, quistes y otras alteraciones cutáneas. Por tanto, conviene realizar una exfoliación o peeling semanalmente, y la manera más simple y cómoda de hacerlo es mediante productos específicos.

Los exfoliantes se aplican mediante un masaje superficial que estimula la circulación sanguínea de tal modo que, después, la piel luce rosada y muy suave. Además, queda receptiva a cualquier otro tratamiento posterior que se le dé, como, por ejemplo, una hidratación.

También se pueden utilizar los productos exfoliantes sobre zonas corporales especialmente rugosas, como los codos, las rodillas y los talones. Asimimo son adecuados para tratar los granitos que aparecen en la espalda, los hombros y la cara. En general, los peelings corporales son algo más contundentes que los faciales.

Partículas sintéticas

La acción exfoliante es producida por ingredientes en forma de partículas sólidas que arrastran las escamas. En muchos productos convencionales son bolitas sintéticas de polietileno o nailon. No son los materiales más adecuados para ponerlos en contacto con la piel, ni para dejar que contaminen gravemente las aguas residuales.

En cambio, los productos naturales recurren a los huesos de frutas pulverizados, las fibras vegetales (de lufa o algas), el silicio (arena) o simplemente a granos de azúcar o sal mezclados con el resto de ingredientes. Cada vez es más frecuente que se utilicen ingredientes alimentarios que hacen más apetitoso el producto. Se emplean, por ejemplo, granos de café (se dice que ayuda además a combatir la piel de naranja) o semillas de amapola, manzana y lima.

Ingredientes con riesgo

Hay que tener cuidado con la supuesta información que aparece en las etiquetas. Muchos fabricantes imprimen con ligereza el término “natural” porque in­cluyen unas cuantas semillas de kiwi o copos de coco en medio de unos componentes totalmente artificiales.

La lista de ingredientes que representan un riesgo es sorprendentemente larga. Tienen sustancias aromáticas que pueden desencadenar alergias de contacto o que pueden penetrar en el organismo a través de la piel y acumularse en el tejido graso. Se han encontrado restos de estas sustancias en el torrente sanguíneo, en la leche materna y en la sangre del cordón umbilical. También se han hallado dietilftalatos, que pueden alterar el sistema endocrino, así como polietilenglicoles (PEGs), que hacen más permeable la piel, facilitando la entrada del resto de sustancias indeseables.

Cómo aplicarse un peeling casero

• Sólo hay que mezclar sal fina de cocina con el gel de ducha o el aceite corporal. También se pueden mezclar tres cucharadas de sal o azúcar con aceite de oliva y zumo de limón.

• Se coloca un poco de la mezcla exfoliante en la palma de la mano y se aplica mediante un ma­saje con movimientos circulares. Si el masaje, siempre suave, se realiza sobre todo el cuerpo, debe comenzarse en las extremidades y dirigirse hacia el corazón. Después se elimina la crema exfoliante con una ducha de abundante agua.

• Si se tiene la costumbre de acudir a la sauna, se puede aprovechar para realizar la exfoliación después de la sesión, con la piel todavía sudorosa.