Elegir la madera correcta

26.3.2014
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Conviene conocer las características de las maderas y el estado de los bosques. 

La madera es bella, cálida, versátil, natural. Y si el cultivo de los árboles es sostenible, quien prefiere madera para la multitud de aplicaciones posibles está ayudando en  la conservación de entornos valiosos. Tampoco hay que olvidar que el bosque retiene el dióxido de carbono que en exceso favorece el efecto invernadero. 

Sin embargo, si se adquiere una madera de origen incontrolado se está favoreciendo lo contrario: el exterminio de ecosistemas, el cambio climático e incluso la supervivencia de culturas autóctonas. Por eso es bueno conocer mínimamente la diversidad de maderas que pueden encontrarse en el mercado.

PINO. La madera procede monocultivos donde se utilizan toneladas de plaguicidas. Los anillos de edad y los nudos son bien visibles. La madera es estable y se deja trabajar. Se utiliza para fabricar ventanas, puertas, escaleras, mobiliario en general y además es muy usada en la construcción. No es adecuada para suelos de parket porque es blanda.

ABEDUL. Se utiliza para muebles, contrachapados y otras aplicaciones interiores. El problema es que forma parte de los últimos bosques silvestres del norte de Europa, que están siendo arrasados por las papeleras. 

HAYA. Es una madera dura y resistente que se deja trabajar muy bien. Se utiliza para hacer muebles, escaleras y parket. Además es la materia prima de muchos conglomerados. Sin embargo no es recomendable en zonas donde esté expuesta a la humedad (cocinas, baños, exteriores). A veces se vaporiza para que no aparezcan manchas oscuras y adquiera un tono claro. 

ROBLE. Tiene un gran prestigio por su fortaleza, elasticidad y versatilidad. Tiene cierta tendencia a ser atacada por gusanos por lo que no es buena para usar en la construcción. Se utiliza en muebles, escaleras y suelos. El roble blanco es apto para exteriores. 

CEREZO. Cada día hay más demanda de esta madera rojiza. Los anillos de edad están claramente marcados y le confieren un diseño espectacular. Es dura pero elástica. No es apta para exteriores. Se usa en muebles, chapas, taraceas, forrado de paredes y parket.

ALERCE. Es el típico árbol de zona alpina. Su madera es rojiza y tiende a oscurecerse. Es muy duradera y puede ser usada en exteriores incluso sin tratar. Sin embargo es difícil de trabajar y tiende a astillarse. Se usa en ventanas, suelos y muebles. Con sello FSC supone una alternativa a las maderas tropicales. 

TEKA. Procede de los bosques monzónicos de la India, Birmania y Tailandia. Es utilizada en la construcción de barcos y es ideal para exteriores. Hay que tener precaución porque en muchas ocasiones la teca de selvas tropicales se declara como procedente de plantaciones cuando no lo es. La producción FSC es escasa. 

IROKO, JATOBA Y WENGUÉ. Son  maderas africanas muy duras y atractivas, aptas para exteriores y lugares húmedos. Ninguna tiene opciones FSC y se aconseja no adquirirlas. Son alternaticas el padouk de las Islas Salomón y la guariuba brasileña con sello FSC.

Avales y riesgo según las especies

  

• Ante cualquier madera o producto de madera, la única garantía de que su procedencia es sostenible la ofrece el sello de l Forest Stewardship Council (FSC), que ha conseguido el apoyo de organizaciones ecologistas y de comercio justo. 
• La industria maderera ha promovido otros sellos mucho menos exigentes, sobre todo en el control de los plaguicidas.
• Cuando el aval FSC no es visible, nos enfrentamos a diferentes grados de riesgo ambiental.  
Bajo: Haya, arce, fresno, roble, cerezo, abedul, pino de Oregón, robinia. 
Medio: Pino, abeto rojo, alerce. 
Alto: Obeche, cedro gigante, tsuga, caoba, teka, merbau, meranti, balau, sapeli, abebay, azobé, iroko, jatoba, wengué y ramín.