¿De verdad es necesario el aire acondicionado?
Aire acondicionado, primero y toldos, después. Sólo hay que mirar las fachadas de los edificios para comprobar lo mucho que ha cundido este pensamiento equivocado.
El aire acondicionado logra un ambiente fresco, pero a costa de un consumo exagerado de energía, con consecuencias para el planeta y para el bolsillo. Si los toldos tuvieran más seguidores, los beneficios de las empresas eléctricas no se dispararían, ni habría fallos en el servicio debidos a la sobrecarga de la red.
Las medidas básicas contra el calor son estructurales. Un buen aislamiento de techos, paredes y suelos mantiene la temperatura hasta 10º C por debajo de la que tendría una habitación no aislada. Pero sin necesidad de obras mayores también se puede hacer mucho. Contraventanas, toldos, persianas y otros dispositivos similares –como las películas refractoras o los cristales tintados– protegen las ventanas orientadas al este (sol por la mañana), al oeste (por la tarde) y al sur (todo el día). De esta manera, se reduce la temperatura en el interior de las habitaciones. En las viviendas unifamiliares conviene proteger especialmente las ventanas que dan al techo y colocar siempre que sea posible claraboyas externas.
Consejos para evitar el uso del aire acondicionado
- Las rendijas y huecos de las ventanas y puertas permiten el paso de aire caliente del exterior y, por lo tanto, se deben sellar bien. Se trata de una sencilla tarea para la que no es necesario el trabajo de un profesional gracias a las soluciones que ofrece el mercado (burletes de espuma y de caucho, más recomendables).
- Conviene recordar que las horas de más calor se deben mantener cerradas las puertas y ventanas para evitar las corrientes de aire caliente. Por la noche, hay que abrir para que los huecos de la casa se refrigeren con el aire fresco.
- Las habitaciones que no se usen deben permanecer cerradas. Así se consigue que la zona más utilizada de la casa esté más fresca.
- Las ventanas de doble acristalamiento evitan la entrada del calor o la fuga del aire fresco de la estancia, ahorrando así hasta un 20% de energía.
- En los balcones cerrados y acristalados se deben mantener abiertas las ventanas de los extremos para que circule el aire. Si el balcón está completamente cerrado, funciona como un invernadero: acumula el calor del sol, eleva la temperatura muy por encima de la ambiental y la transmite al interior de la vivienda a través de la pared o cuando se abre alguna ventana que da al balcón.
- Para ventilar una estancia basta mantener la ventana abierta durante unos diez minutos. De ese modo se evita la entrada del calor.
- Si pese a todas las medidas se hace necesario utilizar el aire acondicionado, conviene no abusar: con cada grado que disminuye la temperatura se derrocha un 8% de electricidad.
Consejos para elegir el toldo correcto
A la hora de elegir un toldo, además de tener en cuenta los colores de la fachada, hay que considerar otras premisas. Existen diferentes tipos en el mercado, por lo que conocer sus características puede ayudar a elegir el que se adapte mejor a las necesidades.
- Toldos de punto recto. Son los más utilizados en terrazas y comercios. Están compuestos por un sistema de brazos frontales abatibles. En ocasiones, pueden venir reforzados con muelles que aumentan la resistencia frente al viento.
- Monobloc. Se montan sobre un armazón cuadrado y, al estar más tirantes, aportan mayor resistencia a la tela. Este tipo de toldos se aconsejan, sobre todo, para balcones de grandes dimensiones.
- Cofres. La lona y los brazos están protegidos por un cajón de aluminio en el que permanecen guardados cuando no se utilizan. Es un sistema muy recomendable para lugares al descubierto o donde agentes externos como fuertes ráfagas de viento o lluvia intensa puedan llegar a deteriorarlo.
- Estores. Se anclan al techo y pueden colocarse en dos posiciones distintas: perpendicular a la barandilla –como si de una especie de persiana de tela se tratara– o de forma separada, extendiendo sus brazos. También es posible instalarlos dentro de la casa.
- De tela. Otro aspecto que debemos considerar es el tejido con el que esté fabricado. La loneta de algodón apenas se usa actualmente, auque desde el punto de vista ambiental es la opción más recomendable. Lo más habitual es el empleo de telas acrílicas tratadas para que no se manchen ni encojan por la lluvia.
La alternativa al toldo es montar una cornisa, pero como rompe la uniformidad estética de la fachada, es difícil que una comunidad de vecinos dé el visto bueno. El tejadillo, que se puede encontrar en forma de kit con todo lo necesario para la instalación, está formado por una estructura sólida de madera que luego se reviste con tejas o cañizos.