El rápido repunte de las emisiones de CO2 en la desescalada preocupa a los científicos

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El rápido repunte de las emisiones de CO2 en la desescalada ha disparado las alarmas entre los científicos del clima.

Según un informe publicado en Nature Climate Change, las emisiones globales a estas alturas del año son tan solo el 5% más bajas que en el 2019 en las mismas fechas, después de haber descendido hasta un 25% en el momento crítico de la pandemia del coronavirus y un 17% en el mes de abril.

En conjunto, la bajada de la emisiones desde enero ha sido de un 8,6%, superior incluso al descenso anual del 7,6% recomendado por el panel intergubernamental de cambio del climático de la ONU. Los expertos vaticinan sin embargo que a final de año, el recorte de las emisiones rondará entre el 4% y el 7%, con la recuperación paulatina de la actividad económica.

“Todo está ocurriendo muy rápido”, advierte la autora del estudio, Corinne Le Quéré, profesora de cambio climático en Universidad de East Anglia, en declaraciones a The Guardian. “Muy pocos países tienen aún un confinamiento estricto. Y aunque esperábamos un repunte de la emisiones, el hecho de que haya ocurrido de una manera tan acelerada ha sido una gran sorpresa”.

El principal contribuyente al aumento de las emisiones de CO2 es el aumento del tráfico rodado, debido aparentemente a un mayor uso del vehículo privado frente a la caída de transporte público. Curiosamente, sin embargo, los niveles contaminación por dióxido de nitrógeno (que llegaron a caer hasta la mitad en muchas ciudades europeas) no han repuntado en la misma proporción y aire sigue siendo más limpio en las grandes ciudades que antes de la pandemia.

“Las emisiones del transporte siempre iban a volver a subir, pero las respuestas de los Gobiernos no han sido suficientemente rápidas para propiciar un cambio de hábitos entre los conductores”, advierte  Corinne Le Quéré. “Sería terrible si volvemos a la normalidad sin más. Sería un desastre”.

La lentitud de los Gobiernos centrales y las resistencias a impulsar planes de “recuperación verde” contrasta sin embargo con la acción a nivel local y con el impulso de las grandes ciudades (Milán, París, Londres, Nueva York, Barcelona) a intervenciones de “urbanismo táctico” y al fomento de la nueva movilidad. El grupo de ciudades C40 ha firmado una recuperación de principios por “una recuperación saludable, equitativa y sostenible”.

“Si la gente empieza a usar el vehículo privado en vez del transporte público por razones de salud, podemos incluso llegar a un escenario de emisiones superior al que había antes que la pandemia”, advierte Bob Ward, del Instituto Grantham de Investigación del Cambio Climático. “Todos los paquetes recuperación económica deberían dirigirse a fomentar la creación de empleo y las inversiones en una economía baja en carbono, en vez de volvernos a encerrar en la economía alta en carbono”.

“Las acciones de los Gobiernos y los incentivos económicos post-crisis tendrán probablemente una influencia en las emisiones en las próximas década”, advierte el estudio publicado en Nature Climate Change a partir de los datos de 69 países. Los autores instan a los Gobiernos a aprovechar la desescalada para determinar con mayor exactitud la contribución puntual de sectores clave a las emisiones de CO2 (energía, industria, trasnsporte, construcción y aviación) y aprovechar la “ventana de oportunidad” para un cambio de rumbo en los próximos meses.