Combatir la celulitis de forma natural

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Hay que escoger productos de cosmética natural y combinarlos con ejercicio físico y una dieta sana.

Muchas veces, las promesas de las firmas cosméticas no van de la mano de productos eficaces.

La publicidad, la moda y el cine se empeñan en dibujar un ideal de mujer con piernas largas y delgadas, trasero respingón y firme, barriga plana y caderas estrechas. El problema es que mujeres así no existen ni en los platós: las fotos de las revistas e incluso los anuncios de la televisión y las películas están informáticamente retocados plano a plano para que no veamos las supuestas imperfecciones de las modelos y actrices.

Algunos anticelulíticos contienen ingredientes potencialmente nocivos y que sería mejor que no entraran en contacto con la piel

Son muchas las mujeres que persiguen ese sueño de piel lisa, pero la realidad nos muestra que el 90 por ciento de las mujeres, y no solo las rellenitas, tiene celulitis. De hecho, algunos dermatólogos consideran la celulitis como un carácter sexual secundario, es decir, algo connatural al género femenino y contra lo que no tiene sentido luchar.

La celulitis está determinada hormonalmente y su desarrollo se ve favorecido por la debilidad del tejido conectivo.  Las células grasas se acumulan hasta que se hacen visibles cuando la piel adquiere un característico aspecto de naranja.

Los productos anticelulíticos tienen el éxito comercial asegurado, a pesar de su precio y de que muchas no contienen ningún principio activo capaz de actuar sobre el problema. A menudo pretenden avalar su eficacia con estudios. Utilizan un lenguaje científico, pero no respetan el método: en lugar de medidas objetivas de los cambios se recurre a la percepción subjetiva. Y quien se aplica una crema quiere creer que le está funcionando.

Ingredientes peligrosos

Lo que sí tienen es una serie de ingredientes potencialmente nocivos y que sería mejor que no entraran en contacto con la piel. La mayoría contienen polietilenglicoles o derivados (PEG) que se usan para que el agua y los ingredientes grasos se mezclen, pero que aumentan la vulnerabilidad de la piel a otros ingredientes más agresivos, como los perfumes sintéticos, que pueden ir acumulándose en el tejido graso.

Determinadas sustancias aromatizantes son alergenos potentes. Y algunas cremas anticelulíticas que se hallan en el mercado contienen ftalatos en cantidades elevadas. Estas sustancias pueden actuar en el cuerpo como si se tratara de hormonas femeninas. Suponen, por tanto, un riesgo para el equilibrio del delicado sistema endocrino.

Entonces, ¿no sirve de nada utilizar una crema? No se pueden esperar milagros. Lo que tiene sentido es emplear un buen producto natural y, a la vez, seguir una dieta equilibrada y hacer mucho ejercicio. Todo esto es positivo para la salud y para el aspecto. Las mujeres que cuidan la piel y la alimentación desde edades tempranas tienen menos probabilidades de desarrollar una celulitis exagerada. Sobre todo es importante no subir y bajar de peso continuamente.

Las opciones naturales

Hoy en día en el mercado tenemos a nuestro alcance cremas anticelulíticas naturales formuladas con principios activos vegetales que actúan sobre la piel. Los extractos de hojas jóvenes de abedul o de romero activan el metabolismo de la piel y favorecen la circulación de líquidos. Los aceites esenciales –como por ejemplo los de limón, ciprés, enebro o menta– estimulan y refuerzan los tejidos. Los extractos de algas marinas los nutren con vitaminas y minerales.

De todos modos, aunque la calidad de la crema es un factor decisivo a la hora de notar sus efectos, lo más importante es ser constante y aplicarla con regularidad mediante un masaje de movimientos circulares.

Alimentación y ejercicio físico

La única solución realmente eficaz contra la celulitis es realizar ejercicio físico de forma constante -son muy recomendables disciplinas como el ciclismo, la natación y el patinaje- y alimentarse de forma sana.  La dieta diaria no debe conceder a la grasas una proporción superior al 40 por ciento del aporte energético que necesitamos. Hay determinados alimentos que favorecen el buen estado del tejido conectivo, como los que son ricos en lecitina (huevo y soja), omega-3 (como las semillas de lino o las nueces), vitamina A (zanahoria, albaricoque) y vitamina C (kiwi, naranja). Otro factor que nos ayudará a reducir la celulitis es beber agua en abundancia, de dos a tres litros diarios, para que se mantengan hidratadas las capas profundas de la piel y el tejido conectivo.