8 repelentes naturales de mosquitos

13.6.2014
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Los productos químicos están asociados a alteraciones graves. 

Las soluciones naturales son agradables y seguras.

Antes de lanzarte sobre un producto químico, considera la posibilidad de recurrir a productos naturales para hacer frente al ataque de los mosquitos.

La mayoría de productos convencionales están basados en el insecticida dietil-meta-toluamida (DEET) que, según estudios de la Universidad Duke, es un neurotóxico que puede dañar las neuronas, provocar cambios de comportamiento, interactuar con medicamentos y alterar el sistema hormonal.

En el caso de los niños las consecuencias de usar antimosquitos con este principio activo pueden ser graves: se han descrito cuadros que cursan con desorientación, alteraciones del habla y ataques histéricos. Ni siquiera los que se anuncian como específicos para los niños se pueden considerar totalmente seguros.

Hasta el 15% de esta sustancia traspasa la piel y llega al torrente sanguíneo. Si está mezclado con oxibenzone, ingrediente casi inevitable en las cremas solares convencionales, entonces se absorbe un 30 por ciento más y aumenta el riesgo de sufrir apoplejías, dolor de cabeza e hipertensión arterial.

Las opciones naturales pueden ser efectivas y carecen de efectos secundarios:




1. Menta de gato. La menta gatuna, albahaca de gatos, gataria  o nébeda (en cualquier caso, Nepeta cataria) hace que los mosquitos huyan. Su aceite esencial es hasta diez veces más efectivo que la quimica artificial. Se puede plantar en jardines y macetas. 



2. Citronela. Es el clásico de la lucha natural contra los mosquitos. Se puede encontrar el aceite esencial puro que debe diluirse según la siguiente proporción: 10 gotas en 30 ml de aceite de almendras dulces. Esta mezcla se aplica directamente sobre la piel. Cuidado, debe ser aceite esencial puro, no un aceite mezclado con otros ingredientes para difundir en el ambiente. 



3. Ajo. Comer ajo ayuda a mantener alejados a los mosquitos. Además es muy sano.



4. El aceite de lavanda huele muy bien -nada que ver con la química insecticida- y posee propiedades repelentes. Podemos gozar de la belleza de las plantas en el jardín o una maceta, o diluir el aceite de la misma manera que la citronela para aplicarlo sobre la piel. 

 

5. El aceite de árbol de té es más efectivo que el DEET y también puede aplicarse diluido. Su olor es menos agradable que el de la citronela o la lavanda.


Aceite de soja



6. El aceite de soja
es barato, fácil de encontrar y también es un repelentes eficaz. Puede utilizarse como base para diluir los aceites esenciales. Por supuesto, es recomendable elegir un aceite ecológico. Además es un gran hidratante para la piel.




7. La pimienta negra (Piper nigrum), ya sea en forma de extracto líquido o aceite esencial es también un repelente eficaz. 

8. Flor de loto, loto sagrado o rosa del Nilo (Nelumbo nucífera) es imprescindible en los estanques si queremos que no se llenen de larvas de mosquitos. Además, no existe planta de agua más bella ni más inspiradora. 

¿Por qué no aprovechar las cualidades de varios repelentes naturales? Mezcla 6 gotas de aceites esenciales de citronela, lavanda, árbol de té y pimienta negra en 50 ml de aceite de soja. La mezcla es un repelente natural de agradable fragancia.

Si sufres alguna alergia, prueba cada uno de los aceites por separado, aplicándolo en una zona reducida, y espera 24 horas.

PRODUCTOS COMERCIALES ECOLÓGICOS PARA PREVENIR LAS PICADURAS

Gama Aromapic de Pranarom para prevenir y tratar las picaduras de mosquitos, abejas y otros insectos, a base de citridiol y aceites esenciales. Ver Aromapic, nueva línea de Pranarôm para combatir las picaduras

 

Difusor eléctrico y spray antimosquitos de Flora. El spray con vaporizador de acción refrescante puede utilizarse sobre cualquier tipo de piel, inclusive en bebés y pieles sensibles. Se absorbe rápidamente y no mancha. Entre sus ingredientes cuenta con aceite de árbol de té, citronela, menta y lavanda entre otros.


Remedio para las picaduras: 
Aplica sobre la picadura una dilución de unas cuantas gotas de aceite esencial de melisa en aceite de almendras dulces.