6 consejos para cuidar la piel en invierno

13.1.2015
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La piel precisa una atención particular en invierno. El frío y el viento son una amenaza para una piel poco protegida, pues arrancan su capa de humedad y grasa, dejándola reseca, escamosa e incluso agrietándola.

• Lo primero que hay que hacer es evitar que se reseque duchándose menos que en verano: sólo uno de cada dos días. Si no se desea renunciar a la ducha diaria, ésta no se alargará más de cinco minutos. Cuando se tome un baño se puede añadir al agua miel y leche para cuidar el manto graso. 

• La temperatura del agua no debería ser muy alta, pues también resecaría la piel (lo más beneficioso es la ducha alterna con agua tibia y fría). 

• Después de la ducha, con el cuerpo aún mojado, se puede aplicar un aceite hidratante natural (aceite de germen de trigo o aceite de almendras) y secarse a continuación. 

• Antes de salir a la calle se puede extender mantequilla de karité en la cara y, sobre todo, el cuello, por ser las zonas más expuestas. 

• Las manos se protegen untándolas una vez a la semana con manteca de cacao y manteniéndolas cubiertas con guantes de algodón toda una noche.

• Los labios, que resultan especialmente afectados por el frío matinal, se protegen repasándolos la noche anterior con una mezcla de dos cucharadas de miel y cinco gotas de agua de lavanda (el resto se puede guardar).