El proceso para producir papel es muy contaminante y representa un coste muy alto para la salud del planeta. Una buena opción para reducir este daño es utilizar papel reciclado. Para producirlo se necesita solo un tercio del agua y la mitad de energía de la que se emplean para fabricar papel con fibra virgen. Además, su utilización contribuye a reducir la cantidad de residuos que mandamos al vertedero y las emisiones de CO2.
 
En el mercado podemos encontrar un amplio surtido de productos elaborados con papel reciclado, como estas libretas de Greenpeace. Cuentan con el certificado Ángel Azul, que garantiza que han sido elaboradas con 100 % papel reciclado y, además, que un alto porcentaje de este papel (el 65%), procede de la recogida selectiva. Además, el papel de las libretas se encola con sustancias naturales como el caolín, el látex, la tiza o el almidón.

Están disponibles en diferentes formatos (A4 o A5, con rayas, cuadriculadas o papel blanco…).

Se pueden comprar en Dinamo Papelería.