Zumo de apio, verdura líquida con alto poder curativo

0 comentarios

El apio no sólo es una hortaliza con un gran sabor, el zumo recién exprimido del apio es además un remedio que se conoce desde la antigüedad. Puede ser curativo y preventivo. Mejora procesos inflamatorios como las varices, infecciones de la vías urinarias y con hongos.

El apio no es un alimento popular desde hace poco. Se utiliza desde la antigüedad y aparece en los tratados clásicos de fitoterapi. Se sabía que era de ayuda en caso de gases, como diurético así como para tratar la arenilla o las piedras en el riñón o la retención de líquidos.

Cuando no había antídotos, se empleaba incluso para evitar el envevenamiento por mordeduras de de animales. Carlomagno fue el primero que hizo plantar el apio en su huerto de plantas medicinales para remedios curativos. Hildergarda von Bingen también lo empleó dos siglos después.

Una sinergia de principios activos valiosos

El nombre botánico del apio es Apium graveolens var. dulce. En el zumo de la variante cultivada hay multitud de sustancias favorecedoras de la salud que lo convierten en un remdio curativo excelente.

  • Los aceites esenciales (limoneno, beta-selinas y las ftalidas) son capaces de combatir de forma eficaz virus, bacterias y hongos. A pesar de que en todas las partes de la planta hay aceites esenciales, son sobretodo las semillas (frutos) en donde más cantidad se encuentran.
  • El apio tiene gran cantidad de fibra, taninos, provitamina A,vitamina B1, B2, B3, B5 y B6, ácido fólico, vitamina C, Vitamina E y K, minerales (calcio, potasio, hierro, magnesio, sodio, fósforo, manganeso, cobre, zinc, silicio y selenio, y aminoácidos esenciales en pequeñas cantidades.
  • Además también tiene flavonoides (alpigenina, luteolina, camferol, cumarinas, furanocumarinas, ácido fenólico, esteroles y clorofila) con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Captador de radicales y reductor de la tensión arterial

Los flavonoides son antagonistas de los radicales libres a los que estamos expuestos debido a la actividad del propio metabolismo, al estrés, a las enfermedades, a radiaciones procedentes del exterior y a agentes tóxicos como la nicotina, los pesticidas o el alcohol.

El consumo regular de zumo de apio con todas sus sustancias vitales y sus antioxidantes es por ello preventivo y muy recomendable.

También en caso de niveles elevados de grasas en sangre (colesterol LDL aumentado) el consumo regular de zumo de apio puede tener un efecto favorable gracias a las ftalidas y la apigenina, que dilatan los vasos sanguíneos. Estos compuestos, combinados con el magnesio y el potasio, también reducen la tensión arterial cuando está elevada. 

El amplio campo de aplicación de una cura de zumo de apio

El zumo de apio posee el potencial de mejorar o curar una gran cantidad de alteraciones.

  • Enfermedades relacionadas con el sistema nervioso. El zumo de apio sirve para para disminuir el nerviosismo y mejorar el sueño. El efecto equilibrante sobre el sistema nervioso central se asocia con el buen aporte del complejo de vitaminas del grupo B y el magnesio. En naturopatía se recomienda la toma de zumo de apio antes de un examen, ya que además tiene fectos positivos sobre la concentración.
  • Profesos inflamatorios y calambres. El zumo de apio es altamente antiinflamatorio gracias a sus compuestos fenólicos. Las personas con problemas reumáticos, dolores articulares y con gota se benefician tanto como los pacientes con las mucosas inflamadas. En este último caso el zumo sirve sobre todo para fluidificar secreciones espesas y mejorar la respuesta inmunitaria. 
  • Enfermedades de las vias respiratorias. El efecto del zumo puede aumentarse si se le añade una cucharadita de miel cruda ecológica. El zumo de apio puede además ingerirse como coadyudante terapeútico en procesos inflamatorios graves como el asma, que se genera por el espasmo que se da en los bronquios. Para que no se produzca el broncoespamo o se alivie son importantes el magnesio, las vitaminas del grupo B y sustancias que combaten el estrés oxidativo. Todas estas priopiedades están presentes en el zumo de apio.
  • Enfermedades de las vías urinarias e infecciones por hongos. Los naturópatas llevan siglos apostando por los poderes curativos del apio en caso de cistitis. En la actualidad se cuestiona cada vez más la terapia prematura con antibióticos porque favorecen por el desarrollo de gérmenes resistentes. En ocasiones son imprescindibles pero la mayoría de las veces se pueden evitar. El apio es eficaz contra la Escherichia coli. De todos modos debe de ser un médico el que decida si con el zumo de apio es suficiente para tratar una cistitis o si se puede tomar como complemento de los medicamentos.También la infección por cándida que suele aparecer a menudo por el uso de antibióticos y/o un sistema inmunitario debilitado responde bien a los extractos de apio.
  • Enfermedades digestivas y dolencias hepáticas. El zumo de apio es especialmente efectivo en problemas de estómago porque protege la mucosa digestiva y regula la producción de jugo gástrico. Tras dos semanas de ingesta del zumo se suele producir una mejora evidente de las molestias. En estudios se ha demostrado que frena la temida Helicobacter pylori, causante de las úlceras estomacales y duodenales. Además el apio favorece la función desintoxicadora del hígado.

Adelgazar y desintoxicarse

El zumo de apio también puede ayudar a reducir el peso corporal. Si se toma un vaso en ayunas produce una agradable sensación de saciedad, lo que lleva a comer menos en las próximas horas. El azúcar en sangre se mantiene constante y la necesidad de consumir alimentos dulces disminuye.

Durante las dietas de adelgazamiento es recomendable tomar el zumo y esperar entre 30 y 45 minutos para desayunar.

El hecho de tomar el zumo en ayunas es favorable porque por la mañana la parte superior del intestino está relativamente libre de alimento y el zumo de apio puede llegar a las mucosa intestinal.

Hazte tu propio zumo de apio

Para hacer el zumo debes coger ramas y hojas de apio, cortarlo en trozos medianos y pasarlos por la licuadora. Lo mejor es preprararlo justo antes de tomarlo. Ten en cuenta los siguientes factores:

  • Las mujeres embarazadas no deberían tomar zumo de apio porque puede aumentar las contracciones. Las mujeres lactantes también lo deberían evitar.
  • Las alergias al apio son posibles, así como las alergias cruzadas con polen de abedul y de artemisa. Los síntomas de alergia van desde laurticaria a edemas de mucosas y piel, pasando por problemas respiratorios.
  • Tampoco se tomará si se sufre una insuficiencia o una infección renal. 

Cómo y durante cuanto tiempo tomar el zumo de apio

Al empezar a tomar el zumo de apio puede suceder que el organismo responda con dolores de cabeza, diarrea y otras reacciones metabólicas suaves. Estos efectos duran poco tiempo.

Lo mejor es empezar con una dosis pequeña, por ejemplo, 100 ml por la mañana. Poco a poco se puede ir subiendo la cantidad hasta llegar a los 350 ml. En caso de peso corporal elevado se puede llegar hasta los 500 ml. Se recomienda hacer esta cura durante 4-6 semanas.

Los aceites esenciales antimicrobianos que contiene el zumo producen un efecto positivo sobre la composición de la microbiota intestinal.

Archivado en: