Wild Wonders of Europe, una mirada a la vida salvaje

05.11.2012
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La exposición Wild Wonders of Europe presenta 100 impresionantes imágenes con lo esencial de los tesoros naturales de Europa.

La muestra puede visitarse en el Parque del Retiro de Madrid hasta el 15 de diciembre de 2012 con acceso gratuito durante todo el día.

Oso pardo, en Martinselkonen, Suomussalmi, Kainuu (Finlandia). Foto: Staffan Widstrand / Wild Wonders of Europe

La Wild Wonders of Europe es mucho más que una exposición: es el mayor proyecto fotográfico sobre la conservación de la biodiversidad europea nunca antes desarrollado, una celebración de la vida en estado puro, inesperada e inolvidable. Gracias a Wild Wonders of Europe y el trabajo de los fotógrafos que la componen, descubrimos la vida salvaje y los lugares naturales de Europa que la mayoría de nosotros ni siquiera sabíamos que existían.

Ante nuestros ojos, 100 impresionantes imágenes a tamaño natural realizadas por 69 de los mejores fotógrafos europeos, con un recorrido por 48 países, donde han captado lo esencial de los tesoros naturales de nuestro continente. Esta muestra fotográfica trata, en realidad, de la alegría por lo natural, versa sobre lo que todavía poseemos pero que nos arriesgamos a perder. Es un forma de luchar por proteger lo que nos importa y que no queremos que nos arrebaten: nuestro patrimonio natural.

“Deseamos que Europa se convierta en un lugar más silvestre, con mucho más espacio para la fauna, la naturaleza y sus procesos naturales –declaró el día de la inauguración Deli Saavedra, subdirector de Conservación de Rewilding Europe, principal socio patrocinador de esta muestra–. "Esta iniciativa me parece fantástica no solo porque celebra los logros alcanzados respecto a nuestro patrimonio natural, apoyándose para ello en una atracción muy emocional, sino porque al mismo tiempo se sirve de una fórmula informativa para hacerlo."

La exposición puede visitarse en el Parque del Retiro de Madrid hasta el 15 de diciembre con acceso gratuito durante todo el día y está organizada por Life Exhibitions, fundada por Stine Norden y Søren Rud, quienes han realizado más de 25 exposiciones en 9 países. También han organizado el libro y la aclamada exposición La Tierra vista desde el aire y 100 Lugares para recordar antes de que desaparezcan.

El Correo del Sol recoge en este artículo algunas de las impactantes fotos de Wild Wonders of Europe con la información que ha elaborado la organización para cada una de ellas. Un paseo por la riqueza y la belleza de la vida natural europea.

Texto y fotos, cortesía de www.wild-wonders.com

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Foto: Staffan Widstrand / Wild Wonders of Europe

Pigargo europeo capturando caballa
Haliaeetus albicilla y Scomber scombrus

Noruega / Flatanger, Nord-Tröndelag
Perseguido durante siglos y luego víctima de contaminantes químicos en la década de 1970, el pigargo europeo  empieza a recuperarse en muchas de las zonas de Europa donde estaba presente. En 2009 Alemania albergaba 530 parejas, Suecia 600, Finlandia 300 y Noruega unas 4.000. El “águila con el ojo iluminado” fue reintroducida en Escocia en 1975, y en 2009 el Reino Unido contaba con unas 50 parejas. En 1992 fue reintroducida en Dinamarca, donde en 2009 se contabilizaban 21 parejas. También se reintrodujo en Irlanda en 2007, y se va extendiendo lentamente hacia el sur de Europa por cuenta propia. En 2006 Holanda pudo ver la primera pareja desde hacía siglos. El regreso del pigargo europeo es un claro resultado de un duro y comprometido trabajo por parte de ciudadanos, empresas, ONGs y entidades públicas. Sí, ¡podemos marcar una diferencia! El trabajo de conservación natural funciona.[pagebreak]


Foto: Jari Peltomäki /
Wild Wonders of Europe

Pelícano ceñudo
Pelecanus crispus

Grecia /Lago Kerkini, Macedonia
Con sus 16 kg y una envergadura de 3 m, el pelícano ceñudo es, junto con la avutarda, la avutarda Kori y el cisne mudo, un candidato al título de ”ave voladora más pesada del mundo”. Tres de estas cuatro especies viven en Europa. El pelícano ceñudo ha protagonizado un retorno espectacular en los últimos 30 años gracias a las medidas de protección adoptadas. En la actualidad, se está convirtiendo con rapidez en una valiosa baza para el turismo natural. El lago Kerkini es una de las masas de agua más productivas de Europa en lo que se refiere a peces, desarrollando una industria pesquera saludable que convive con decenas de miles de parejas de cormoranes, garzas, espátulas, somormujos y pelícanos. En 2009, una campaña de limpieza financiada por la UE permitió retirar del lago residuos plásticos y otros desechos acumulados durante décadas. ¿Es posible marcar una diferencia? ¡Sí, podemos! El trabajo de conservación funciona. [pagebreak]


Foto: Florian Möllers / Wild Wonders of Europe

Ciervo rojo
Cervus elaphus

Dinamarca/ Klampenborg, Copenhague
El ciervo rojo es uno de los animales más emblemáticos de Europa. Se ha representado en innumerables pinturas y  petroglifos de las cavernas, y en los escudos de armas de nobles, ciudades y compañías comerciales. Vive en diversos hábitats, desde los páramos desnudos hasta zonas semidesérticas, pero ha desaparecido de muchas áreas a causa de la caza insostenible. En muchos países, durante el siglo XIX y XX, el ciervo rojo solo sobrevivió en cotos de caza real, como el de la imagen. Actualmente el ciervo rojo empieza a aumentar su población gracias a reintroducciones y reglas de caza más razonables. Pero aún falta mucho para que el ciervo rojo comience incluso a acercarse a sus cifras de población naturales. La mayoría de parques nacionales y reservas europeos siguen gestionándose por intereses de la silvicultura y de organizaciones que desembocan en que la población de ciervos se mantenga artificialmente baja para “proteger el bosque”. ¿Pero quizás una de las funciones ecológicas más importantes del ciervo rojo sea matar árboles ocasionalmente? ¿Y quién dice que el ciervo sea una especie forestal, quizás sea asimismo una especie de campo abierto? ¿No será que los humanos no les hemos permitido vivir ahí? Durante la época de celo en otoño, el ciervo rojo berrea para proteger su territorio y atraer a las hembras o ciervas: un fantástico espectáculo audiovisual en todos los sentidos.

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Foto: Markus Varesvuo / Wild Wonders of Europe

Abejaruco europeo apresando un abejorro
Merops apiaster y Bombus sp.

Hungría / Paisaje Protegido de Pusztaszer, Csongraád
El abejaruco europeo es un depredador de abejorros, avispas y otros insectos voladores grandes. Es, sin duda alguna, uno de los pájaros más exóticos y coloridos de Europa y vive en colonias en bancos de arena o en agujeros hechos en el suelo. Esta es una especie que, de hecho, se ha beneficiado
de la construcción de edificios y carreteras, puesto que las graveras y emplazamientos de excavación le facilitan más bancos de arena artificiales de los que  encontraría en una naturaleza intacta. Por otro lado, el uso extendido de pesticidas disminuye el número de insectos que el abejaruco necesita para sobrevivir. Al competir por un recurso que nos resulta valioso, son a veces perseguidos por los apicultores, poco entusiastas de sus gustos dietéticos.

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Foto: Maurizio Biancarelli / Wild Wonders of Europe

Cascadas Veliki Prstvaci

Croacia /Parque Nacional Plitvice Jezero, Lika
Los lagos y charcas color turquesa de Plitvice se nutren de los manantiales y las escorrentías de las montañas, que se precipitan por las piedras calizas en espectaculares cascadas. Es uno de los auténticos tesoros de la naturaleza europea, antes completamente desconocido fuera de los Balcanes. En la actualidad, durante el verano, recibe la visita diaria de unas 10.000 personas. El material que conforma las barreras entre lagos y cascadas se denomina travertino, una acumulación de carbonatos de calcio producto de miles de años de agua que al correr disuelve la frágil piedra caliza y a la que se añaden algas y musgos. Crece entre uno y tres centímetros cada año. Plitvice fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.

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Foto: Vincent Munier / Wild Wonders of Europe

Buey almizclero luchando
Ovibos moschatus

Noruega / Parque Nacional de Dovrefjell-Sunndalsfjella
El buey almizclero era una de las especies típicas de la tundra, convivía con renos, rinocerontes lanudos y mamuts durante la Edad de Hielo. Estos grandes herbívoros eran presa fácil y fueron rápidamente exterminados por los primeros hombres. El mamut y el rinoceronte lanoso desaparecieron para siempre, pero el buey almizclero sobrevivió en la zona más septentrional de Groenlandia y Canadá. Durante las últimas décadas ha sido reintroducido en distintos puntos del oeste y sur de Groenlandia, en la tundra rusa y en Escandinavia; en la imagen, en Dovrefjell. Se están considerando reintroducciones adicionales del buey almizclero en el norte de Europa, posiblemente como parte de las iniciativas de “re-asilvestramiento”. Además de las muchas otras adaptaciones del buey almizclero a las duras condiciones de su entorno, la retina de sus ojos está preparada para soportar las extremas cantidades de rayos ultravioleta del Ártico. Aparte del hombre, el principal enemigo del buey almizclero es el lobo, del que protegen sus crías colocándolas en el interior de un círculo defensivo.

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Foto: Staffan Widstrand / Wild Wonders of Europe

Oso pardo
Ursus arctos

Martinselkonen, Suomussalmi, Kainuu (Finlandia)
Hace diez años, la mayoría de los europeos que deseaban ver osos viajaban a Alaska. Ahora, pueden ir a Finlandia, Suecia o Rumania, donde las poblaciones de osos crecen a gran velocidad; los operadores de ecoturismo acompañan a los visitantes a ver las guaridas permanentes de los osos. En otros tiempos, los osos podían encontrarse en todo el continente y hasta el siglo X habitaron incluso en las Islas Británicas. Ésta, que es la misma especie que el oso grizzli norteamericano, ha recuperado notablemente sus territorios originales en gran parte de Europa. En la actualidad, la Rusia europea alberga su población más extensa, aproximadamente unos 36.000 ejemplares, seguida por Rumania (6.000-7.000), Suecia (2.500), los Balcanes (2.500-3.000) y Finlandia (1.000).