Una técnica de relajación para favorecer la inmunidad

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Al practicar una técnica de relajación profunda se dispara una serie de importantes mecanismos fisiológicos. 

/ Kevinv033 Flickr

La respuesta de relajación fue descrita más de 30 años por el doctor Herbert Benson, de la Universidad de Harvard. Entre las reacciones fisiológicas destaca el aumento en la producción de algunos neurotransmisores relacionados con la calma y la reducción de las hormonas relacionadas con la ansiedad, la modificación de las ondas eléctricas cerebrales hacia frecuencias más bajas (alpha y theta) y la reduce la presión arterial y la frecuencia cardiaca.

 

En general, la relajación se considera conveniente porque combate los efectos del estrés, que favorece el desarrollo de múltiples enfermedades o las agrava. En estado de relajación, los procesos inmunitarios son más eficaces y por tanto se reduce la posibilidad de caer enfermo y se favorece la curación en su caso.

Relajación progresiva

Se puede practicar sentado o cómodamente estirado, siempre que estemos seguros de que no nos vamos a dormir (pero si ocurre tampoco se pierde nada). La respiración debe ser amplia, profunda y regular, sin urgencias ni pérdidas de ritmo. Las espiraciones son lentas y largas, y en cada una se dirigen a uno mismo las siguientes órdenes (para no tener que leerlos o memorizarlos, se pueden grabar y escuchar a volumen bajo y música de fondo si se desea, a condición de que no distraiga de la respiración y las afirmaciones). Sólo 15 respiraciones -lo que significa una inversión de tiempo muy pequeña- que son el remedio natural y general más eficaz y barato.  

1. Ahora mis muslos están relajados.
2. Ahora mis pies están relajados.
3. Ahora mis pantorrillas están relajados.
4. Ahora mis nalgas están relajados.
5. Ahora mis manos están relajados.
6. Ahora mis brazos están relajados.
7. Ahora mi abdomen está relajado.
8. Ahora mi pecho está relajado.
9. Ahora mi espalda está relajada.
10. Ahora mis hombros están relajados.
11. Ahora mi nuca está relajada.
12. Ahora mi cara y mandíbulas están relajadas.
13. Ahora mis ojos están relajados.
14. Ahora mis sienes y frente están relajados.
15. Ahora mi cabeza está relajada.

La secuencia termina con 6-8 respiraciones profundas durante las cuales se toma conciencia de que todo el cuerpo está completamente libre de tensiones. El ejercicio puede realizarse en cualquier lugar, incluso mientras se espera el autobús o se hace una cola. Se recomienda repetirlo de 3 a 10 veces diarias.

Desde el punto de vista de la medicina oriental, se sabe que se está haciendo bien la relajación porque se siente el flujo de la energía vital (chi, prana o bioenergía). Es muy común percibir calor u hormigueo en las manos. También puede tratarse de una sensación de plenitud física, como si la energía "hinchara" el cuerpo. Después la sensación puede aparecer en los pies y en el abdomen, especialmente alrededor del ombligo.

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