Guía práctica para ahorrar agua

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El agua potable es un bien escaso en el planeta. Cada uno de nosotros es responsable de utilizar sólo la cantidad necesaria y tratarla de manera adecuada.

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El agua es maltratada y derrochada en la mayoría de viviendas. Parte importante de la culpa la tienen las administraciones públicas y las empresas distribuidoras, que no consideran el aprovechamiento de la lluvia, los mejores métodos de potabilización ni su reciclado.

Los diseños de los inodoros y las griferías no están pensados para el ahorro. Las cisternas vierten de 8 a 20 litros en cada descarga y son responsables de la mitad del consumo de agua en una casa. Y la ducha y los grifos tienen el mismo problema: su caudal, de unos 20 litros por minuto, es mucho mayor del necesario. 

• Existen varias soluciones para restringir el consumo de agua en los inodoros: cisternas de capacidad reducida (6 o 4 litros), de doble descarga (una completa y otra corta) y de descarga interrumpible. Son muchas las empresas que comercializan productos con estas posibilidades. 

• Se puede reducir la capacidad de un inodoro convencional introduciendo objetos dentro. Con colocar un par de botellas de agua se rebaja la descarga en tres litros.

• La instalación de mecanismos reductores del caudal en la ducha y los grifos puede disminuir el consumo en un 50%. Estos accesorios reducen el caudal mezclando aire con el agua, de forma que el usuario no percibe que salga menos agua y, en cambio, nota un aumento de la presión.

• Al ducharse, se consume tres veces menos agua que al bañarse. Durante el enjabonado no es necesario que el agua corra.

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• Arreglar todos los grifos que gotean y las válvulas de la cisterna del inodoro. 

• Se gasta menos agua si se lavan los platos en el lavavajillas con carga completa. En el caso de lavar a mano, no hacerlo bajo el grifo abierto.

• Siempre que sea posible, conviene realizar instalaciones separadoras para aprovechar el agua de lluvia y reciclar las aguas grises y negras.

• La lluvia se puede acumular en depósitos para utilizarla luego en el riego del jardín o para llenar la cisterna del váter.

• El agua procedente de la lavadora, los lavabos y la bañera también puede redirigirse hacia el inodoro.

El filtrado de las aguas grises

Pensamos en cómo mejorar la calidad del agua que consumimos pero raramente nos preocupa el estado del agua que abandona la casa. Si está sucia, contribuye a saturar las depuradoras, que pierden eficacia, y perjudican el entorno. Las casas de obra nueva debieran dotarse de un sistema de reutilización de las aguas grises, de manera que el agua desechada por el fregadero de la cocina fuera filtrada y vuelta a utilizar en los inodoros o en el riego de plantas, por ejemplo. Así se minimizaría el sinsentido de la actual política que ofrece agua potable para todos los usos, ya sea para el consumo humano, para las cisternas de los baños o para el riego de las plantas. Un uso más racional del agua es posible y sencillo. La ciudad de San Diego, en Estados Unidos, ofrece cinco tipos de agua y en algunas urbanizaciones de Mallorca ya se están montando instalaciones dobles. Dotar una casa con un sistema de reciclado de aguas grises no cuesta mucho más de 1.500 euros.