Extinction Rebellion vuelve a la acción en Londres
Extinction Rebellion (XR), el grupo que impulsó el activismo climático en la antesala del Coronavirus, ha vuelto a la carga tras la pausa de la pandemia y ha obligado a la policía a emplearse a fondo para evitar el bloqueo de la plaza del Parlamento en Londres. Los dos primeros días de acciones, reclamando la aprobación de una ley de emergencia cimática y ecológica, se saldaron con más de cien detenidos.
El grupo nacido en Stroud (Reino Unido) en el 2018 -y extendido por decenas de países en todo el mundo- está en la mirilla del Ministerio Interior británico, que decididió incluirlo este año en la lista de asociaciones “extremistas” tras la cadena de acciones que se saldaron con 1.065 detenidos el otoño pasado en la capital británica.
Las escritoras Margaret Atwood y Zadie Smith se sumaron a la causa en miércoles y dieron su apoyo a Writers Rebel, algo así como la rama “intelectual” de XR. La autora de “El cuento de la criada” envió un mensaje desde Canadá a los manifetantes atrincherados en Westminster: “El cambio climático debido a la acción humana no es una teoría ni una opinión; es un hecho. Y negar este hecho siguiendo los intereses del dinero puede llevarnos a nuestra extinción como especie”.
Zadie Smith, la autora de “Dientes Blancos”, encabezó la marcha cotra los “lobbies” de los combustibles fósiles que rompió en el número 55 de Tufton Street, la sede del Centre for Policy Studies, un “think tank” vinculado con políticos del Partido Conservador y acusado de contribuir al negacionismo.
“Los héroes de este momento histórico son los activistas del clima, que están intentando salvarnos de nosotros mismos”, declaró Smith. “El resto de nosotros debería reconocer este hecho y dar nuestro apoyo a todo su trabajo”.
Gail Bradbrook, cofundadora de XR y física molecular, anunció sobre la marcha la creación de un nuevo subgrupo, Money Rebellion, con el objetivo puesto en los próximos días en las instituciones financieras: “El actual sistema económico está matando la vida en la tierra; ha llegado el momento de pensar en algo diferente que pueda precisamente presevar el planeta”.
En Westminster, entre tanto, la policía se empleaba a fondo para mantener a raya al medio millar de activistas que han montado un campamento de protesta en la plaza del Parlamento y han anunciado diez días de acciones, que arrancaron el martes con la disrupción de la “rentrée” de los diputados. La palamentaria del Partido Verde, Caroline Lucas, se desmarcó del pelotón, se solidarizó con los manifestantes y prometió presentar en las próximas semanas la ley de emergencia climática y ecológica.
“El Coronavirus ha hecho aún más urgente nuestra causa”, declaraba Kevin Gibson, un profesor jubilado de 68 años que asegura haber sido detenido cinco veces durante las acciones del 2019. “Estamos dispuestos a llegar hasta donde haga falta para volver a poner el clima en lo más alto de la agenda política. No podemos enterrar bajo la alfombra la otra crisis que está llamando a nuestras puertas por la urgencia sanitaria ¡Hay que actuar ya!”.
“Si pensáis que el Covid es malo, veréis la que nos espera”… Con mascarillas o sin ellas, los militantes de XR escenificaron en Westminster una danza de la muerte con esqueletos, presidida por el el reloj de arena que sirve de emblema al movimiento. La plaza del Parlamento se ha convertido entre tanto en muestrario de la resistencia pacífica, culminada con la sentada de meditación y empatía junto a la estatua de Gandhi.
Scotland Yard ha decidido emplear sin embargo todas las armas a su alcance para disuadir a los manifestantes, incluidos los poderes especiales por la pandemia que le autoriza a multar hasta con 11.000 euros a los organizadores de protestas de más de 30 personas (Piers Corbyn, hermano del ex líder laborista, fue de hecho multado el sábado pasado en la protesta contras las medidas del Coronavirus que convocó a unos 10.000 manifestantes en Trafalgar Square).
El despliegue de esta semana ante el Parlamento ha sido tal que el número de policías ha rivalizado con el de manifestantes del clima, con incursiones esporádicas que se saldaron con decenas de detenidos rumbo a comisaría. La policía reiteró el miércoles su intención de desalojar la plaza a partir de las siete de la tarde.
Menos visible en las manifestaciones, en retaguardia en los últimos meses, el también cofundador de XR Roger Hallam ha vuelto esto días a primer plano como protagonista del documental “The Troublemaker” (“El alborotador”), un viaje al origen del movimiento que en cuestión de meses reinventó el activismo e el Reino Unido. Ex agricultor ecológico en Gales, reconvertido en académico, Hallam es el autor del “algoritmo de la rebelión” para calar en el 3,5% de la población y provocar la acción ante el clima…
“Llevamos teniendo marchas de clima desde hace treinta años y, con todos los respetos para Greta Thunberg, nunca han conseguido nada. Solo la disrupción causada por acciones no violentas va a tener un impacto en la opinión pública y va a obligar a negociar a los políticos”.