"¿Existe un tratamiento natural efectivo contra el liquen plano en la boca?"
PREGUNTA:“Me han diagnosticado liquen plano en la boca, que me molesta mucho, sobre todo con ciertos alimentos. Antes me diagnosticaron liquen plano en el cuero cabelludo y me recetaron "mil pomadas" que creo no me hicieron nada. ¿Hay algun tratamiento natural efectivo? No quiero mas pomadas con corticoides, ni que experimenten conmigo. Muchas gracias". Peio.
RESPONDE: DRA. CRISTINA ZEMBA, Licenciada en Medicina y especialista en Dermatología. Colabora en la CLÍNICA OMEGA ZETA.
El liquen plano es una enfermedad inflamatoria del epitelio que puede afectar tanto piel como mucosas. Las lesiones orales están presentes en un 70-77% de los pacientes que presentan el tipo cutáneo. El liquen plano puede también comprometer los folículos pilosos, resultando en una alopecia cicatricial, y uñas, produciendo distrofias ungueales. De forma más inusual, las lesiones mucosas pueden a veces comprometer esófago, área genital, ojos, tracto urinario, mucosa nasal y laringe.
La inflamación está producida por la vía de la inmunidad celular, ya que los hallazgos sugieren una activación de los linfocitos citotóxicos (CD8+) respondiendo a ciertos antígenos (disparadores) de las células epiteliales de la capa basal. Este ataque induciría la destrucción de esas células epiteliales y la inflamación resultante.
Sin embargo, aún no se ha identificado con exactitud cuál podría ser este antígeno, aunque se piensa que puede ser tanto un auto-antígeno (algo propio) como un antígeno externo.
Cuando se trata de un auto-antígeno entra en el capítulo de las enfermedades autoinmunes.
Los antígenos (disparadores) externos pueden ser de varios tipos:
1. Virus: hepatitis C, varicela zoster, virus de Epstein-Barr, citomegalovirus, herpes virus, papilomavirus y VIH.
2. Vacunación reciente: vacuna de la hepatitis B, vacuna de la gripe
3. Materiales dentales: amalgamas y coronas dentales de oro (sobre todo si son viejas o corroídas), presencia de metales disimilares en contacto que pueden ocasionar corrientes galvánicas que aumentan la corrosión (bimetalismo) y sensibilización de contacto a diferentes materiales (resinas de composite, acrílicos dentales, cromo, cobalto y níquel, entre otros)
4. Ciertos fármacos pueden producir reacciones liquenoides: anti inflamatorios no esteroides, antihipertensivos (IECAs ), β bloqueantes, metil dopa y penicilamina, sales de oro, cloroquina y diuréticos (clorotiazida).
5. Estados de estrés y ansiedad pueden contribuir al desarrollo y persistencia de las lesiones
Todo esto implica realizar una historia clínica extensa y detallada donde se investigue la presencia de estos factores, acompañada de la inspección clínica de la boca, uñas, cabello y piel.
Las fuentes de irritación o trauma oral deben ser estudiados y de ser posible corregidos: piezas afiladas que favorezcan el roce continuado, restauraciones previas en mal estado, prótesis desajustadas, presencia de bimetalismo o amalgamas y coronas de oro con signos de corrosión.
La adecuada higiene bucal es fundamental, pero al mismo tiempo muchas veces es evitada por el paciente a causa de las molestias y erosiones, lo que lleva a un círculo vicioso, ya que la placa bacteriana puede contribuir a la persistencia de las lesiones.
Es importante evitar el tabaco, el alcohol y las comidas irritantes: alimentos especiados, ácidos, café, bebidas de cola, zumos azucarados y alimentos crujientes.
Los tratamientos dermatológicos más habituales incluyen cremas de corticoides localmente, siendo reservados los corticoides orales y otras terapias para casos más severos.
Desde el enfoque integrativo, la utilización de terapias como la Homeopatía puede ayudar tanto en el tratamiento de las lesiones como en el alivio del estrés y ansiedad que puedan estar presentes.
La microinmunoterapia es de gran utilidad cuando se detectan virus en actividad y también como apoyo frente al estrés.
La fitoterapia aporta plantas de acción antiinflamatoria y antioxidante que pueden ayudar a mitigar la inflamación: cúrcuma, té verde, regaliz y caléndula entre otras.
La nutrición ortomolecular aportará vitaminas, entre ellos el complejo B.
Localmente resulta útil asociar un colutorio que incorpore aloe vera, ácido glicirretínico (proveniente del regaliz) y ácido hialurónico, que ayudan a calmar el dolor y la inflamación.
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